La Higiene de Manos: Pilar Fundamental en la Prevención de Enfermedades

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Por Araceli Aguilar Salgado

«Tus manos pueden ser un puente para la salud o para la enfermedad. Elige protegerte.»

La higiene de manos ha sido reconocida como una de las intervenciones más simples, efectivas y económicas para la prevención de infecciones en la salud pública y el ámbito clínico. A pesar de su aparente sencillez, su impacto es profundo: reduce la propagación de enfermedades, protege a los pacientes y trabajadores de salud, y contribuye a la disminución de la resistencia antimicrobiana.

Cada año, el 5 de mayo, se conmemora el Día Mundial de la Higiene de Manos, una iniciativa impulsada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para sensibilizar a gobiernos, instituciones sanitarias y la población en general sobre la importancia de esta práctica. Sin embargo, la higiene de manos no debe limitarse a una fecha específica; debe ser una acción cotidiana e integrada en la cultura de prevención de infecciones en todos los entornos.

El Papel de la Higiene de Manos en la Prevención de Enfermedades

Las manos son el principal vehículo de transmisión de microorganismos. Durante el día, entramos en contacto con superficies contaminadas, tocamos alimentos y saludamos a otras personas, lo que facilita la propagación de bacterias y virus. Según la OMS, hasta el 80 % de las enfermedades infecciosas se transmiten por las manos, lo que convierte su higiene en un elemento esencial de salud pública.

Los estudios científicos han demostrado que una correcta higiene de manos puede:

  • Reducir significativamente la incidencia de enfermedades diarreicas y respiratorias.
  • Prevenir infecciones asociadas a la atención sanitaria, como neumonías y septicemias.
  • Disminuir la propagación de organismos resistentes a los antimicrobianos, un desafío global en el tratamiento de enfermedades infecciosas.

En hospitales y centros de salud, la higiene de manos salva vidas. La aplicación de protocolos adecuados en los 5 momentos clave definidos por la OMS (antes de tocar al paciente, antes de procedimientos asépticos, después de la exposición a fluidos corporales, después de tocar al paciente y después de contacto con su entorno) previene brotes de infecciones hospitalarias y mejora la seguridad del paciente.

La Higiene de Manos y el Impacto Social

Más allá del ámbito clínico, el lavado de manos es una práctica fundamental en la vida cotidiana. La educación en higiene desde la infancia contribuye a la reducción de enfermedades infecciosas y mejora los hábitos de prevención en comunidades. Campañas de concienciación han demostrado que una mayor sensibilización sobre el lavado de manos en escuelas, lugares de trabajo y espacios públicos reduce la incidencia de enfermedades contagiosas.

La pandemia de COVID-19 puso de manifiesto la importancia de esta práctica, pero también reveló desafíos en su implementación, especialmente en regiones con acceso limitado a agua potable y saneamiento básico. Según informes de la OMS y UNICEF, millones de personas en el mundo carecen de instalaciones adecuadas para el lavado de manos, lo que aumenta el riesgo de enfermedades prevenibles.

El acceso universal a infraestructura de agua, saneamiento e higiene (WASH) es clave para garantizar que la higiene de manos sea una realidad accesible para todas las comunidades. Sin estas condiciones básicas, los esfuerzos de prevención quedan incompletos y las poblaciones vulnerables siguen expuestas a riesgos sanitarios.

El Uso de Guantes y su Impacto Ambiental

En entornos clínicos, el uso de guantes es esencial para ciertos procedimientos, pero nunca sustituye la higiene de manos. La recomendación de la OMS es clara: lavarse o desinfectarse las manos antes y después de utilizar guantes para evitar la transmisión de microorganismos. Sin embargo, el uso excesivo o innecesario de guantes se ha convertido en un problema ambiental significativo.

Durante la pandemia, el aumento exponencial de guantes desechables generó toneladas de residuos sanitarios. Por ello, en 2025 la campaña global de higiene de manos también enfatiza la necesidad de reflexionar sobre la sostenibilidad y el impacto ambiental del uso de guantes.

Los sistemas de salud deben adoptar estrategias que promuevan un uso racional y basado en evidencia de los Equipos de Protección Personal (EPP), integrando mejores prácticas en la gestión de residuos y la reducción del impacto climático.

La Higiene de Manos Como Compromiso Global

La higiene de manos no es solo un hábito, sino un compromiso con la salud pública, la seguridad del paciente y la sostenibilidad. En hospitales, comunidades y espacios cotidianos, el lavado adecuado de manos reduce el riesgo de enfermedades y fortalece los sistemas de prevención sanitaria.

Para que esta práctica sea efectiva, es imprescindible:

  • Educar desde la infancia sobre su importancia.
  • Mejorar el acceso a agua potable y saneamiento básico en comunidades vulnerables.
  • Promover protocolos adecuados en entornos hospitalarios y lugares públicos.
  • Garantizar un uso racional de guantes para minimizar el impacto ambiental.

Cada acción cuenta. Lavarse las manos salva vidas, protege comunidades y contribuye a un mundo más seguro y saludable.

«Una sociedad consciente de la higiene de manos es una sociedad más protegida.»