POR JUAN CRUZ TRIFFOLIO
SANTO DOMINGO DE GUZMAN, RD.- Razón tuvo el creativo cuando de manera categórica advierte que República Dominicana es un país muy especial.
Así se observa en el subsistir cotidiano, en cualquier escenario y sin importar la hora.
Somos un país multifacético donde todo está bien, está nice..!!
Y poco a poco, como quien no quiere la cosa, nos hemos acostumbrados a ser protagonistas o espectadores de las más imverosimiles situaciones sin que a nadie parezca importar.
Cruzar con el semáforo en rojo o simplemente, acelerar cuando la luz amarilla sugiere reducir la velocidad, es parte de la rutina del dominicano, sin importar procedencia o status social, económico político y religioso.
Dormir en la cola de un camión repleto de pollos o sacos es algo que no genera asombro.
Transforma cualquier vehículo, no importa marca o modelo, en una realidad que nunca imaginara su diseñador y constructor, es una de las tantas facetas de la realidad cotidiana dominicana.
Llamar con orgullo a un minibus, voladora, es una de las tantas categorizaciones inventadas en país, insinuando al mismo tiempo una manera imprudente y salvaje de transportar pasajeros sin importar sus consecuencias.
Y así nos pasa el tiempo y en definitiva, como exclamara un filósofo criollo callejero: Nada es nada..!!
Truenan las escusas y llueven constantemente las imprudencias y las repercusiones que envuelve la carencia de autoridad.
Con el transcurrir del tiempo nos vamos poniendo viejos y el deterioro, en todos los ordenes, se legitima y proyecta como parte de las exigencias naturales del denominado modernismo.
Y al final, todo tiende a indicar, contrario a lo que algunos creemos, que el absurdo y las imprudencias de la nombrada mayoría se impone y como recuerda Discépolo, en su inmortal Cambalache, lo mismo da un burro que un buen profesor.
Qué vaina..!!
Nada, aaaah po tá bien…!!