MOCA, RD.- Un hombre de Moca que fue declarado muerto en el Centro Médico Guadalupe de ese municipio, estaba vivo y murió posteriormente asfixiado en el ataúd al despertar de lo que aparentemente era un ataque de catalepsia.
Parientes de César Mejía se comunicaron telefónicamente con este reportero para denunciar que hubo negligencia médica en el referido centro asistencial debido a que el occiso no fue atendido adecuadamente ni se dio el tiempo necesario para verificar su estado.
Mejía fue ingresado en la emergencia después que sufriera un ataque en medio de una discusión en los alrededores del cuartel de la Policía Nacional en la calle Rosario.
Tenía 30 años de edad.
Cuando fue llevado al centro médico se le diagnosticó un paro cardíaco.
Luego que los médicos del Centro Médico Guadalupe lo declararan «muerto», los familiares llevaron el «cadáver» a la casa de Mejía en la avenida Sosa, próximo a la antigua fortaleza 2 de Mayo para velarlo.
La versión sostiene que mientras estaba en el ataúd, Mejía despertó del coma, pero se asfixió al no poder quitar la tapa de la caja.
No quedó claro si los presentes en el velatorio escucharon algún ruido por los esfuerzos de Mejía al tratar de levantarse en el ataúd.
Se adelantó que los familiares de Mejía contemplan una demanda millonaria contra el centro médico por cometer negligencia en el diagnóstico.
Se ignora si en ese centro se cuenta con equipos apropiados para detectar la catalepsia, un ataque provisional que puede durar entre 24 a 72 horas y paraliza todos los organismos, excepto el cerebro.
Las víctimas de catalepsia pueden escuchar y sentir los movimientos a su alrededor, pero se inutilizan totalmente por lo que no pueden mover ni un dedo.
Hasta donde se conoce, numerosas personas tanto en la República Dominicana como en otros países de América Latina, han muerto luego de ser atacados por la catalepsia.