SANTO DOMINGO DE GUZMAN, RD.- Miguel Vargas acusó ayer al expresidente Hipólito Mejía de violentar lo que denominó un «preacuerdo», al que ambos arribaron en un encuentro realizado el viernes 3 de mayo en la residencia campestre del ex ministro de las Fuerzas Armadas, José Miguel Soto Jiménez.
En una carta pública «Para Conocimiento del País y la gran familia perredeísta», Vargas señaló que ese acuerdo consistió en apoyarle como candidato presidencial del PRD en los comicios del 2016.
«No formulé una propuesta de acuerdo, sino más bien, que se arribó de forma preliminar al acuerdo en sí, con el total consentimiento de las partes, bajo la premisa de que el ex Presidente Mejía a su decir público, no aspiraría a ningún cargo de ser amnistiado en el PRD y que apoyaría mi candidatura, reservando la eventual candidatura vicepresidencial para su hija, la señora Carolina Mejía.
Expectativa que había lanzado el mismo ex presidente Mejía, cuando meses antes afirmó que ella era su heredera política, hecho este que fue reseñado en los medios de comunicación», expresa Vargas.
El presidente del PRD señaló que también se acordó una cuota para su sector en la dirigencia del partido, «garantizado en un proceso convencional transparente y ejemplarizante.
De igual manera, en un eventual gobierno del PRD, de resultar gananciosa mi candidatura, se le garantizaba una serie de cargos en la administración pública».
Los testigos
Vargas explicó que el lunes 7 de mayo visitó al cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez y a monseñor Agripino Núñez Collado, para comunicarles lo pactado, y que la Iglesia Católica fuera testigo del acuerdo, si llegara a materializarse, lo que ambos aceptaron.
Consultados al respecto, Soto Jiménez y César Sánchez coincidieron por separado en que prefieren esperar un análisis del documento para fijar posición.
En sus revelaciones, Vargas indicó que Sánchez le transmitió a Eduardo Jorge Prats, que Mejía pidió no utilizar el nombre de su hija, una mayor cuota en los cargos electivos, la amnistía a los expulsados y que Vargas no participara como candidato a la presidencia del partido.
Dijo que luego de un mes accedió a otra reunión con la condición de que fuera para conocer el documento final, pero que todo resultó «frustratorio», dominado por divagaciones, y los elementos «inapropiados» de Orlando Jorge y la convocatoria unilateral a algunos medios «a modo de emboscada».