NEW YORK.- Tres meses después de haber dado a luz y con todas las pruebas en su contra, la excarcelera hispana Nancy González se presentó ayer en un tribunal de Brooklyn y se declaró culpable de haber sostenido relaciones sexuales -de forma ilegal- con un confinado.
La mujer, de 29 años, se expone a una condena de 15 años de prisión.
El pasado 5 de marzo, González se había declarado «no culpable» de haber sostenido relaciones sexuales con el confinado Ronell Wilson, mientras ella estaba a cargo de la vigilancia en el Centro Correccional Metropolitano de Brooklyn.
Sin embargo, pruebas de ADN a su bebé certificaron que el padre de la criatura es el confinado Wilson, condenado por el asesinato de dos agentes de la Policía de la Ciudad de Nueva York.
González dio a luz el pasado 21 de marzo, en Long Island. Detalles sobre la salud de su bebé no han sido ofrecidos. Y es que durante el proceso legal contra la mujer, salió a relucir que ésta consumió cocaína cuando tenía alrededor de siete meses de embarazo. Su abogado, Anthony Ricco, dijo en ese momento que «ella dio positivo en una sola ocasión y fue antes de haber sido arrestada en conexión con este caso y tiene que ver con el estrés relacionado con la investigación».
Y es que al estrés de su situación, que la hizo perder el trabajo y ahora su libertad, se suma el hecho de que el padre de su hijo enfrenta un nuevo juicio en el cual se pide contra él la pena de muerte por el asesinato de los oficiales Rodney Andrews y James Nemorin, en el 2003.
En una audiencia judicial, el confinado Ronell Wilson declaró que esperaba que el hecho de tener un hijo con González lo ayudara a librarse de la pena de muerte.