Por: Nélsido Herasme
En la vigilia organizada por las bases y el liderazgo del Partido Revolucionario Dominicano, el pasado viernes 24 de julio, escuchamos clarito, por los altos parlantes, un breve y ardoroso discurso en la voz del político y médico, doctor Secundino Palacio, quien planteó la necesidad de formar una “Coalición Patriótica”, compuesta por agrupaciones políticas, entidades de la sociedad civil y por personalidades comprometidas con la democracia dominicana, para luchar y evitar que el país caiga en una dictadura constitucional.
La calle y los tribunales de justicia, son los caminos que le han dejado a los perredeistas para que expresen su disgusto, primero contra Miguel Vargas y su facción y en rechazo a las sentencia complacientes por parte del Tribunal Superior Electoral.
Los abogados del PRD han vuelto a reiterar que los excluidos del Comité Ejecutivo Nacional de esa organización acudirán otra vez al TSE, porque entienden que sus sentencias no se corresponden con el momento que vive el PRD. El TSE está dando ganancia solo a la facción que tiene secuestrada la institucionalidad del PRD y Vargas no está por encima de las leyes del país.
Son penosas las sentencias que ha emitido ese tribunal, producto de que sus miembros no responden al mandato de la sociedad, sino a las órdenes de Leonel Fernández y el gobierno de Danilo Medina.
Es lamentable que los agraviados tengan que recurrir a un tribunal que tiene la balanza inclinada de un solo lado, pero eso es lo que la ley ha puesto al alcance de cada ciudadano y ese es el papel que debe jugar el PRD, para con ello darle lección al país de institucionalidad y democracia, pero sin abandonar el reclamo de que se respeten las normas y los estatuto de la entidad
Nadie puede escapar al veredicto de la historia. Los jueces del TSE no quieren cumplir con su papel, la de impartir justicia de manera equilibrada, olvidándose que la historia se está escribiendo.
Si en el país existiese una Junta Central Electoral responsable, pudiese intervenir al PRD y preparar ella misma una convención, porque es ese organismo el rector de los partidos políticos y el supervisor de los procesos electorales.
Miguel Vargas, quien el pasado jueves 25 en la noche pronunció un pobre discurso, el cual no llenó las expectativas, en donde una vez más se limitó a decir que su gestión como “presidente del PRD” termina a principio del año que viene, no la tiene todas consigo.