Abogado de dominicano que asesinó novia e intentó suicidarse alegará «locura» para evadir juicio

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Jonathan Peña Castillo (21) quien asesinó a Judith Rojas (derecha de 19) el 31 de diciembre del 2012, cuyos abogados alegarán "locura" para evitar un juicio.
Jonathan Peña Castillo (21) quien asesinó a Judith Rojas (derecha de 19) el 31 de diciembre del 2012, cuyos abogados alegarán «locura» para evitar un juicio.

Por Miguel Cruz Tejada

NUEVA YORK._ El abogado Daniel Soctt quien defiende al dominicano Jonathan Peña que en la víspera de año nuevo de este año, asesinó a puñaladas a su novia Edith Rojas de 19 años (también dominicana) en el Alto Manhattan, dijo que alegará «locura» en el juicio debido a que los exámenes psiquiátricos que se le hacen a su cliente, revelan un alto nivel depresivo.

Peña de 21 años de edad, le dijo a los investigadores que trató de suicidarse en Fort Tryon, un parque recreativo en la calle 196 del Alto Manhattan, poco después de que matara a su ex mujer frente al edificio donde ella vivía en la calle Thayer del vecindario Inwood.

Peña, quien fue presentado de nuevo el miércoles de esta semana en la Suprema Corte de Manhattan, lucía tembloroso y llevaba el pelo largo y descuidado.

Su abogado sostuvo que está sufriendo de una depresión tan grande que se ha tornado «poco comunicativo».

«Está tan deprimido que ni siquiera quiere hablar», dijo el abogado Scott en referencia a la situación actual del dominicano homicida.
Señaló el jurista que está a la espera de los resultados de los análisis psiquiátricos, los que se usarían para alegar «locura» en busca de evitar el juicio y evadir una sentencia drástica por el cargo de asesinato en primer grado que condenaría automáticamente a Peña a cadena perpetua.

«El no está recibiendo la atención que necesita en la cárcel de Rikers Island», denunció también el abogado del dominicano acusado por el homicidio de su ex mujer.

Peña Castillo, residente en Paterson (New Jersey) fue hospitalizado por dos días luego de asesinar a Rojas el 2 de enero y posteriormente acusado de asesinato.

Se declaró «no culpable» y está recluido en la prisión municipal de Rikers Island (Queens) en espera del desenlace de su caso.
Si los exámenes dan positivo, la ley lo ampara para evitar un juicio, pero de lo contrario, tendrá que demostrar su alegada «inocencia».
Los familiares de la víctima rechazaron que el asesino de la joven esté «loco» y dijeron que se trata de un ardid para tratar de rehuir a la justicia.

Dijeron que él siempre mantenía mucho control sobre la víctima de la que reclamaba informarle todos los días, dónde y con quién estaba.

José Mercedes, el padre de la víctima, preguntó «¿eso es todo lo que tienen?, nosotros no compramos ese cuento, porque él (Peña) está muy capacitado».

Peña Castillo tiene que presentarse de nuevo al tribunal el próximo 16 de octubre.

El caso conmocionó a la comunidad dominicana del Alto Manhattan y movilizó a sus principales líderes políticos y activistas comunitarios contra el flagelo de la violencia doméstica.

Peña Castillo ultimó a rojas de siete puñaladas por la espalda, después que la víctima se negara a continuar sus relaciones con él.
Luego de acosarla, amenazarla y asecharla, consumó sus amenazas la tarde del último día del 2012 (31 de diciembre) en la entrada del edificio donde ella residía con sus parientes.

Rojas, quien tenía 19 años de edad era estudiante en el Colegio Comunitario de El Bronx (Bronx Community College) y soñaba con graduarse pronto.

Peña Castillo, quien intentó suicidarse luego de ultimar a la mujer permaneció varios días interno en un hospital, pero se recuperó de las heridas auto infligidas.

El asesinato consternó a la comunidad dominicana del Alto Manhattan que repudió el crimen y se solidarizó con la familia de Rojas, una sobresaliente estudiante universitaria.

La víctima regresaba de una lavandería en el vecindario Inwood a la casa de sus padres, cuando sorpresivamente el asesino la interceptó en la puerta del edificio y la apuñaló varias veces en la espalda.

Los investigadores dijeron que el hombre mató a la estudiante en un arrebato de celos y machismo, ya que ella había decidido romper sus relaciones con él a lo que el acusado se resistía y la amenazó varias veces con asesinarla.

Peña Castillo acosaba a Rojas con mensajes de texto, llamadas telefónicas e iba regularmente al apartamento de la víctima para intimidarla.

La muerte de la estudiante dominicana se suma a las docenas de asesinatos que por violencia doméstica o de género, sigue sacudiendo el barrio con mayor población dominicana en el mundo situado en la parte Norte de Nueva York.

Las estadísticas sostienen que es uno de los sectores con más altos índices de muertes por ese motivo cada año.