PANAMA.- A medida que se afianza en América Latina el proceso democrático a nivel local, aumenta el riesgo de corrupción debido a la mayor disponibilidad de recursos y competencias, por lo que los ciudadanos tienen más responsabilidad en el control del poder político, dijo a Efe un asesor del PNUD.
«No es que la democracia traiga consigo la corrupción, sino que el mismo concepto plural requiere un sistema que pueda prevenir y gestionar los riesgos de corrupción», matizó Gerardo Berthin, experto en gobernabilidad y transparencia local del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Berthin, asesor en materia de gobernabilidad del PNUD para América Latina y el Caribe, aseguró en entrevista con Efe que la principal medida de control ante este fenómeno es la participación ciudadana.
«No solamente demandando información, sino también monitoreando que las decisiones a nivel local se hagan de forma transparente, cumpliendo con las normas de la ley», declaró Berthin.
«En el caso de América Latina resulta importante vincular el tema de la transparencia a la calidad democrática y económica» ya que, según el asesor del PNUD, existe una falta de conciencia por parte de la sociedad civil, que debe exigir que no solo se empleen los recursos en obras públicas, sino que se realicen cumpliendo la ley.
Además, la elaboración de auditorías para el control de las cuentas públicas o la creación de sistemas de prevención son otras acciones importantes a favor de la transparencia dentro de los gobiernos, tanto locales como nacionales, agregó.
Para Berthin, resulta necesario afianzar todas estas medidas de prevención en América Latina, pues la bonanza económica de la región «no va a ser para siempre», por lo que se debe fortalecer una inversión sostenible que asegure que los ciudadanos sean los principales beneficiarios del crecimiento económico.
Entre este jueves y el próximo sábado se celebra en Panamá el IV Encuentro de Comunidad de Práctica en temas de Anticorrupción en América Latina y el Caribe, con la participación de una veintena de dirigentes de gobiernos locales de toda la región.
En el encuentro, patrocinado por el PNUD, participan autoridades locales provenientes de Argentina, Belice, Colombia, Brasil, Chile, Costa Rica, El Salvador, Jamaica, México, Perú y Panamá.
Entre los puntos destacados de este encuentro está la descentralización, seguridad ciudadana, así como los desafíos, oportunidades y riesgos de este proceso.
También se analizarán las potencialidades que deben aprovecharse y las deficiencias que pueden superarse, y se buscarán iniciativas de vanguardia que puedan hacer de los gobiernos locales instancias más relevantes para la política pública.
Según el PNUD, el Latinoamérica los indicadores de igualdad y transparencia siguen siendo «relativamente bajos» pese a los avances logrados, mientras que «la corrupción se percibe tanto en el trato diario con los funcionarios gubernamentales (corrupción menor o administrativa) como en los grandes contratos del gobierno nacional (corrupción mayor o política).
Berthin advirtió que «la descentralización no es la panacea, no es la medicina que va a curar todos los problemas y, por ende, requiere un diseño estratégico muy robusto que permita manejar el proceso».
La descentralización debe tener carácter público y no político, la esencia de este proceso es «llevar servicios públicos más cercanos a la gente», puntualizó el asesor del PNUD.
Por último, Gerardo Berthin dijo esperar que esta reunión se convierta en los próximos 20 años en «el lugar donde se van a hacer políticas públicas a favor de la ciudadanía y del desarrollo» y uno de los eventos de referencia a nivel local.