Por Miguel Cruz Tejada
NUEVA YORK._ William Rockefeller Junior, el conductor de un tren de la línea Metro North descarrillado ayer domingo en la mañana en un suburbio de Nueva York con saldo de cuatro muertos y 63 heridos, reveló anoche que el accidente se debió a que fallaron los frenos del aparato.
El chofer, de 45 años de edad es un veterano de 15 en la Autoridad Metropolitana de Tránsito (MTA) que administra los trenes que como el accidentado, viajan desde la ciudad y recorren todos los suburbios ubicados en la margen de río Hudson, hasta Albany.
Rockefeller también es ingeniero graduado en una especialidad para bregar con trenes.
Los parientes del conductor, entre ellos Timothy Rockefeller, dijeron que apoyan la versión del chofer y debe estar diciendo la verdad.
El conductor originalmente a los paramédicos y policías que lo socorrieron en la escena, después de quedar levemente herido, que golpeó varias el freno, pero que el dispositivo no respondió.
«Si él dice que los frenos fallaron, fallaron, porque mi sobrino nunca miente», señaló el tío. «El, siempre piensa en la seguridad de sus pasajeros, primero.»
Añadió que «todo lo que hizo, lo hizo de una manera muy segura. Con él, todo era seguridad».
Ocho vagones del tren se salieron de los rieles y algunas de las víctimas fueron expulsadas al exterior. Una versión sostiene que el conductor manejaba a exceso de velocidad.
«Muchos pasajeros fueron lanzados hacia afuera como muñecos y muñecas de trapo», dijeron testigos del accidente.
El límite de velocidad en la curva donde el tren no se detuvo es de 30 millas por hora y normalmente, antes de llegar ahí, la mayoría de los conductores reducen la velocidad a 70 para tener suficiente tiempo de frenar.
Pero los investigadores de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB), dijeron que todavía no pueden asegurar a la velocidad se desplazaba el tren.
Dos pasajeros, fueron expulsados a través de las ventanillas de cristal del pesado vehículo.
En el tren viajaban entre 100 a 150 pasajeros.
LAS VICTIMAS
Avanzada la noche de ayer domingo, las autoridades dieron a conocer los nombres de las cuatro víctimas fatales del accidente y entre ellas figura James Lovell, un escritor residente en Cold Spring y esposo de la vicepresidenta del Consejo Municipal del poblado Philipstown, Nancy Montgomery.
Además de escritor, era diseñador y luminotécnico en obras de teatro.
Se dirigía a Manhattan en el tren, donde iba a trabajar en el montaje del árbol de navidad en el Rockefeller Center.
El segundo hombre muerto es James Ferrari de 59 años de edad y residente en el suburbio Montrose.
La tercera víctima es Donna Smith, quien tenía 54 años y residía en Newburgh y la cuarta, Kisook Anh, de ascendencia oriental y que vivía en Queens.
Este es el segundo accidente en sólo seis meses, de un tren de la línea Metro North a la que se le achaca un historial de colisiones y descarrilamientos, aunque es la primera vez en 31 años, que mueren pasajeros.