Estamos convencidos de que esta isla es mucho más grande que lo que siempre se ha establecido.
Creemos firmemente que estamos llamados a ser un país prospero y poderoso.
No nos creemos menos que nadie, y estamos convencido de que todo lo que otro país puede hacer, nosotros también.
Trujillo sigue vivo en el alma nacional, porque el pueblo le reconoce haber construido las instituciones de la patria. Y defender el interés nacional.
Y porque estableció un sistema económico, el del “estado empresario” que ha sido el más exitoso en toda la historia.
Nuestro problema con los haitianos, contrario a lo que cree el mundo, no es por racismo, es porque no olvidamos sus agresiones del pasado, incluyendo el degüello de Moca y Santiago.
Lo que más feliz haría al pueblo dominicano, es vivir perfectamente en paz con los haitianos; ellos en su país, nosotros en el nuestro.
Esperamos con ansias, un gobierno que enfoque los recursos del estado, a garantizar salud gratis para todos, e invertir los recursos públicos en la creación de nuevos sectores productivos, y luego traspasarlo al pueblo mediante venta de acciones a la población.
Nos encantaría ver convertido el canal de TV del Estado, en un ITLA, que imparta clases, mediante el modelo de educación a distancia, para preparar la mayor cantidad de jóvenes, en tecnología de última generación.