CIUDA DEL VATICANO.- El papa Francisco afirmó hoy que la ausencia de un empleo implica la pérdida de la dignidad humana e instó a los gobiernos a desarrollar un pacto que fomente el trabajo en tiempo de crisis, durante su primer discurso pronunciado en la región de Molise (centro).
La ausencia de empleo «implica la pérdida de la dignidad humana. El problema de no trabajar no es el de no ganar dinero para comer, porque podemos acercarnos a organizaciones como Cáritas y nos dan alimentos. El problema es no poder llevar el pan a casa, es perder la dignidad», afirmó el pontífice durante su visita a Molise.
Y prosiguió: «Tantos puestos de trabajo podrían ser recuperados a través de una estrategia concordada con las autoridades nacionales, un ‘pacto para el trabajo’ que sepa aprovechar las oportunidades ofrecidas por las normativas nacionales y europeas».
En estos términos se expresó el máximo representante de la Iglesia católica, delante de cientos de alumnos y profesionales del sector de la industria, en un acto celebrado en la Universidad de los Estudios de Molise, en la provincia de Campobasso (centro).
Este era el primero de los cuatro discursos que pronunciará hoy durante su visita de once horas a esta región del centro de Italia, un periplo que le llevará también a la provincia de Isernia.
Su alocución se produjo después de haber escuchado el discurso de apertura del rector de la Universidad, Gianmaria Palmieri, y dos testimonios de un agricultor y de una operaria de la empresa automovilística italiana Fiat.
Jorge Bergoglio expresó la importancia que la formación universitaria tiene para los jóvenes, ya que les ayuda a prepararse para responder, dijo, a las exigencias del mercado laboral en la actual situación de crisis económica.
«Una buena formación no ofrece fáciles soluciones, pero ayuda a disponer de una búsqueda más abierta y creativa para explotar mejor los recursos del territorio», señaló.
Como ya hiciera en otras de sus apariciones, Francisco volvió a abogar por la importancia de la familia y animó a los padres que han tenido hijos a edades tempranas a no olvidarse de jugar y de «perder el tiempo» con ellos todos los días.
«Cuando madres y padres jóvenes vienen a confesarse yo les pregunto, ¿juegas con tus hijos? Esto es algo que se está perdiendo, jugad con vuestros hijos, perded el tiempo con ellos», sostuvo.
Finalmente, el pontífice argentino hizo un llamamiento a compaginar el tiempo dedicado al trabajo con el que deben compartir las familias y aseguró que el domingo es un día para no trabajar.
«Los domingos deben estar libres de trabajo -exceptuando los servicios necesarios- porque la prioridad no está en lo económico, sino en lo humano, en lo gratuito, en las relaciones no comerciales con la familia», dijo.
Su visita a la región de Molise es la quinta de su año de pontificado y se produce dos semanas después de aquella que le llevó al municipio sureño de Cassano allo Jonio, el pueblo calabrés en el que la mafia local, la ‘Ndranghetta, asesinó a comienzos de año a un niño de tres años.
Tras el discurso pronunciado en la Universidad de los Estudios de Molise, el papa recorrió en su papamóvil las calles de Campobasso hasta el antiguo estadio Romagnoli, donde leerá la única homilía programada para la visita de este sábado.