Por ERIKO ZAPATA
En el tiempo que llevo siendo productor de tv, me ha tocado en la mayoría de los casos, trabajar directamente con merengueros.
Tuve la oportunidad de trabajar con el maestro Dioni Fernández.
He hecho espectáculos sobre merengue y con merengueros, y tuve el honor de haber hecho, con el auspicio de La Superintendencia De Bancos, el espectáculo-homenaje dirigido al gran artista Fernando Villalona,»Cuando Se Nace Idolo».
Escribí, creé y produje, junto a Brenda Sánchez, el documental para la televisión «Una Diva Atípica», sobre la vida y trayectoria de la gran artista de la música típica Fefita La Grande.
Muchas otras cosas relacionadas con el merengue.
Perdón, pero todo esto lo digo, para decir lo que quiero decir.
No es posible que un género se mantenga y sostenga, cuando sus protagonistas se despegan totalmente de sus raíces, de sus orígenes, de su esencia.
Es verdad que el crecimiento de un artista debe implicar nuevos compromisos, pero lo cierto es que son muchos los merengueros que al conseguir el éxito, se pusieron inalcanzables, para el medio, para el público y para el negocio (el que esté libre de pecado, que tire la primera pidera), lo que los fue alejando de su realidad, en todo el sentido de la palabra. Se les olvido que con la fuerza de su género, de su expresión musical, lo ideal era crear una industria que los mantuviera, sin perder su aura de artistas, actualizados y cerca de lo que fuera demandando su público, que al final es la materia prima del negocio.
Ví a muchos seudos managers poner dentro y fuera del escenario, innecesarios cordones de seguridad a su artista. Sufrí de merengueros que iban a programas de TV, y el productor no podía hablar con ellos, si no, con un seguridad que no tiene ni la mas mínima idea de cómo tratar a una persona, pues lo primero que debe hacer un personaje público es rodearse de gente que sepa tratar gente.
Nunca he visto un concierto musical en un zoológico.
Esto que les comento, aunque muchos digan que no, afecta. Como seguir, apoyar y fortalecer a un grupo o sector, que sientes te está maltratando?. Que conste, no todos fueron así. Los que hicieron lo contrario aún permanecen, son conocidos, seguidos y queridos.
Otra cosa es, como al ir subiendo, se fueron alejando de aquel que los guió, orientó e introdujo, para poner a su lado a cualquier carajo a la vela, que no sabe ni leer ni escribir.
Como puede manejar a un artista, una persona analfabeta e ignorante.
Después vino el comenzar a hacer cosas en el aspecto producción artístico musical, totalmente divorciada del gusto, del target de su propio público y el de generaciones venideras.
Con estas opiniones, lo único que quiero es que no veamos la fiebre en la sabana. Veamos El Merengue por dentro y por fuera.
Analicémoslo protagónica y antagónicamente.
El Merengue es nuestra bandera del sabor, uno de los principales productos de exportación. Es donde tenemos nuestra mayor cantidad de ídolos y todos tenemos el compromiso de cuidarlo.
Quiero terminar diciendo esto: Uno de los principales problemas de la sociedad dominicana es que la sociedad civil va a un ritmo muy acelerado con relación a la estatal.
Pensemos!