Cuentan que la reina Cristina de Suecia odiaba las moscas.
Aseguran que tenía un cañón en miniatura de 10 centímetros de largo, que cargaba con balas diminutas
Tan pronto como veía una mosca, Cristina ajustaba la mira y disparaba una descarga.
Ese minúsculo cañón está expuesto en el arsenal de Estocolmo.
Definitivamente, entre raras y jocosas, qué curiosas son las cosas..!!