Por Rolando Fernández
De ordinario hay refranes que van como anillo al dedo en determinadas circunstancias, verbigracia: “a veces los ganados son de vacas, y cuando son chiquitos son becerros”; y, “una cosa piensa el burro, y otra el que lo está ensillando. ¡Certeros!
Los mensajes que subyacen en ambas máximas pueblerinas, bien podrían asociarse con esa gran ola de triunfalismo que exhiben las huestes peledeístas en el presente, ante la proclamación del actual mandatario de la nación por parte del Comité Central, como el Comité Político de su partido, como candidato presidencial, de cara a los comicios a celebrarse el próximo año 2016.
Las euforias y “fiesteos” se dejan sentir por doquier. Obviamente, los primeros rounds han sido ganado, haciendo lo que se debe, y lo que no, según ha trascendido. Claro, queda un amplio camino por recorrer, en el que todos los que aspiran a reelegirse van a tener que emplearse bien a fondo, y demostrarle a este pueblo que en verdad se quiere trabajar en su favor; que se habrán de llevar a cabo mejores ejecutorias que las pasadas, si es que finalmente se quieren alzar con la victoria.
Evidentemente, se está celebrando como si ya prácticamente “el parto hubiera concluido, y la criatura estuviera fuera de peligro”, cuando todavía hay muchas cosas que están por verse. ¡Craso error, el estar cantando victoria ya! Como dicen los jugadores fogueados, ¡aquí no se sabe dónde están los cuartos aún!, de cara a los referidos comicios electorales.
Cuando uno lee aseveraciones como esta que parcialmente transcribimos, proveniente de uno de sus connotados miembros propagandistas: “La familia peledeísta y el pueblo dominicano están de fiesta ya que el CP en su reunión de anoche escogió al Lic. Danilo Medina, como su único candidato presidencial para el 16 y hoy lo hará su CC ……..”, habría que preguntarse ¿cuál es el pueblo que está de fiesta? Incluso, ¿qué segmento de la familia peledeísta?
Con respecto a la población, no creemos que una gran parte de la misma esté muy contenta, debido a las insatisfacciones sociales de que viene adoleciendo la misma; como, la falta de atención obvia a los grandes problemas de toda índole que golpean sobremanera a esta nación, y que nada más se esté pensando en politiquear.
Con tanta gente inconforme aquí, respecto de las últimas gestiones de gobierno a cargo del partido oficial, es previsible un amplio descontento limitante hacia las urnas para sufragar en su favor. Hay quienes están pensando incluso, en la posibilidad de que la población les otorgue a los mandantes un voto de castigo, por lo defraudada que se encuentra. ¡Hasta la belleza cansa!
Una muestra más que fehaciente de eso, lo es la desastrosa situación en que se encuentra el Hospital Salvador B. Gautier, en términos de deficiencias asistenciales médicas, y de escaseces múltiples en todos los órdenes, lo cual se entiende es traslativo hasta todos los centros hospitalarios públicos del país.
A propósito, muy interesante resulta un reportaje que se publicara en el medio “HOY”, edición de fecha 19-7-15, página 5ª, intitulado “Pacientes que van de noche al Gautier están en total orfandad”, bajo la firma de Altagracia Ortíz G, en que se describe el escalofriante y despreciable escenario nocturno que se observa en el referido hospital, con fragmentos puntuales que merecen transcribirse aquí para una mayor difusión:
“A manos peladas trabajan médicos de ese centro, residentes laboran sin supervisión”. “Emergencias como la del Salvador B. Gautier, el más emblemático centro del Instituto Dominicano de Seguros Sociales (IDSS), son como depósitos de enfermos graves o moribundos”.
¡Qué perlas a considerar! Y la gran pregunta que se desprende es: ¿votarán todas esas personas afectadas, como sus allegados más cercanos en favor del PLD? ¡Difícil creerlo!
Otra “lindura” de estos tiempos que pone a reflexionar es: “Generadores advierten de apagones financieros”, según fuera reseñado por la prensa local. Es lo que dice un amplio sector de los desaprensivos dueños del pingüe negocio eléctrico nacional, hoy encabezado por uno que cambió de asiento, y que ahora está del lado contrario al de otrora, el ex-superintendente de electricidad, Marcos Cochón.
Actualmente, ese señor es el presidente de la Asociación Dominicana de la Industria Eléctrica (ADIE). Véase: “mediante el decreto No. 118-98 fue creada la Superintendencia de Electricidad (SIE) como órgano regulador del sector eléctrico, y Marcos Cochón fue designado superintendente”. (“HOY digital”, edición junio 6, 2012).
Ese se dio cuenta de las ventajas que representa el estar del lado de los que disfrutan de ese gran comercio, presupuestado entre políticos y empresarios. Lo que pueda ocurrir en detrimento de los usuarios del deficiente y caro servicio, por el beneficio de aquellos, poco les importa.
Hay que saber lo que puede significar para la población una decisión de ese tipo, durante esta sofocante ola de calor; será para que la gente se la acabe de llevar el diablo, si extienden la interrupciones eléctricas, más aún de las que hay.
De decidirse por aumentar las tandas de apagones que se dan en la actualidad, para presionar al Gobierno en busca de que se les paguen las deudas atrasadas, habrá que transitar por nuestras calles y avenidas con un arma de cualquier tipo en las manos, para poder hacer frente a la “tormenta” de delincuencia y criminalidad que viene azotando a la sociedad nacional, bajo el manto de las noches.
Y, ante abusos, al igual que amenazas como ésas, los que osan decir aquí: “cuánta falta hace Trujillo en este país”, son acusados de locos, faltos de tratamiento psiquiátrico, por parte del “titerato”, y alienados modernos que nos gastamos los dominicanos. Como, aquellos que solo conocen sobre las cosas malas que se han dicho, por conveniencias obvias, sobre aquel régimen dictatorial. ¡De las buenas no se habla nada!
La verdad es que, no saben distinguir entre los que se han reportado como verdaderos estadistas, incluido también el Dr. Joaquín Balaguer, al margen de todos sus atributos negativos, e imparcialidad partidarista, de estos verdaderos politiqueros comerciantes, y antinacionalistas, que han venido gobernando el país durante los últimos lustros. De ahí, las atrevidas consideraciones. ¡No se les puede hacer caso!
Por el lado de la familia peledeísta festiva, según lo expresado, ¿se podrá contar con los votos de todos aquellos, sus familiares, allegados más cercanos, y simpatizantes, entre otros, que “se han quedado con el moño hecho”, como se dice, y que tendrán que seguir domando banco, como “jalando aire”, hasta que otros quieran?
Y todo, producto de los tantos acuerdos y amarres en pos de conseguir el que se estuviera conteste con la reelección presidencial, y que se pueda quedar mandando de nuevo todo el actual combo completo, incluidos los arribistas que disfrutan en la actualidad, como si los otros adeptos a la organización política morada, con méritos acumulados para ser elegidos o designados en posiciones estatales, no significaran nada.
El desprecio total incluye a los que pertenecen a las fuerzas aliadas, sin cuyo concurso, y apoyo irrestricto, va a ser muy difícil que los “morados” puedan retornar al poder.
No se debe perder de vista que, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD), no cuenta por sí solo con una membresía votante suficiente, y que a la “hora del none”, todos los recoge migajas le van a hacer falta. ¡Qué no los desprecien!
Pero, hay un triunfalismo efervescente total, que obnubila; que no deja ver muchas cosas, acompañado de una sólida posición de retorno, avalada solo casi por completo, en los números fríos que aportan las encuestas pagadas, que siempre favorecen a quienes las sufragan, y para las cuales se presupuestan, como se eligen, muestras específicas para sondeos de opinión. También están las proclamas y “lambederas” de los “vocingleros” subvencionados, menos creíbles para los pensantes, como eso de que algún día pueda llover hacia arriba.
¡Lo verosímil de las mismas está en veremos!, y eso lo va a decir el pueblo cuando tenga que recurrir a las urnas a expresar su voluntad, cuya voz es la que más se parece a la de Dios, como dicen los entendidos.
Mientras tanto, que traten de hacer su trabajo los considerados triunfadores muy a destiempo, durante venidero proceso electoral que se avecina, y se dejen de estar cantando victoria. ¡Es posible que ya la pava tenga otro sitio donde poner! ¡Qué la sábana no sea tan blanca para tanto azul!
Está surgiendo en el país una nueva clase más concientizada, que se prevé no será tan fácil continuar engañándole con retóricas, demagogias, falsas promesas, y “glamureadas” presencias.
¡Ojo al Cristo!, políticos ilusos y envalentonados, que mientras más alto uno se considera estar, es más fuerte el golpe al caer.