Desde su último cumpleaños, el presidente cubano -nacido el 3 de junio de 1931 en Birán (Holguín, este de Cuba)- ha protagonizado una sucesión de acontecimientos que empezaron con el restablecimiento diplomático con EE.UU el 20 de julio de 2015 y la reapertura de embajadas en Washington y La Habana.
Tras más de cinco décadas de enemistad, ambos países emprendieron el camino hacia la normalización plena de sus relaciones, con importantes escollos en el camino como la vigencia del embargo norteamericano contra la isla pero también con avances como el acuerdo para restablecer vuelos regulares a partir del próximo otoño.
Un proceso de distensión que vivió un momento clave con la visita del presidente Barack Obama a Cuba el pasado mes de marzo y que sirvió para afianzar el «deshielo» pese a las diferencias que aún subsisten entre ambos países.
Otro éxito diplomático de Cuba en los últimos doce meses fue el acuerdo de diálogo político y cooperación alcanzado con la Unión Europea, tras dos años de negociaciones, y que vino también a reforzar el proceso de apertura internacional que vive una isla que se ha puesto de moda en todo el mundo.
Dan prueba de ello hitos nunca vistos antes en la isla como el concierto de los míticos The Rolling Stones en marzo y el desfile de Chanel en La Habana a principios de mayo.
Cuba, concretamente el aeropuerto de La Habana, se convirtió incluso en el escenario del primer encuentro de la historia entre un pontífice católico y un líder de la iglesia ortodoxa con la reunión del papa Francisco y el patriarca ruso Kiril en febrero.
A menos de dos años para finalizar su segundo y último mandato como presidente -cargo que dejará en 2018-, Raúl Castro cumple años recién celebrado el VII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PCC, único), que él mismo definió como el último de la generación histórica de la Revolución.
En ese cónclave se trazaron los retos para los próximos años entre ellos la tarea de «conceptualizar» el modelo económico y social del país tras las reformas emprendidas durante su mandato.
Reformas que obligarán próximamente a modificar la constitución cubana para adaptarla a los cambios que se han producido en el país, pero sin alterar el régimen político de partido único.
De ese plan de «actualización» quedan todavía por concretarse medidas como la unificación monetaria y cambiaria, una de las reformas más complejas que afronta la isla.
Otro desafío es el «encaje» del emergente sector privado surgido en un país comunista donde ya existen más de medio millón de trabajadores por cuenta propia y cientos de medianas, pequeñas y micro empresas privadas que en un futuro, según los documentos del Congreso del PCC, podrían tener personalidad jurídica, lo que representará un sustancial avance.
Raúl Castro encara lo que le resta de mandato con la vista puesta en el relevo generacional como también quedó patente en el cónclave del PCC, donde se anunció un plan para «rejuvenecer» sus estructuras y las del gobierno con límites de edad máxima para acceder a determinados cargos.
Siguiendo la tónica de años anteriores, el cumpleaños de Raúl Castro ha estado rodeado de la más absoluta discreción y sin menciones en la prensa, aunque en redes sociales sí han aparecido felicitaciones oficialistas al presidente cubano.
«Cubaminrex desea muchas felicidades al presidente Raúl Castro Ruz en su 85 cumpleaños y por ser impulsor de la diplomacia revolucionaria», publicó el Ministerio de Exteriores de la isla en Twitter, donde otros usuarios han recordado la fecha bajo la etiqueta #FelicidadesRaul.
Es previsible que Raúl Castro reciba las felicitaciones en persona de los presidentes de la Asociación de Estados del Caribe (AEC) que este viernes han llegado a La Habana con motivo de su VII Cumbre y que esta noche participarán en una cena en el Palacio de la Revolución con motivo de ese cónclave.
Y tras el de Raúl Castro, Cuba se prepara para otro cumpleaños: el de Fidel Castro, retirado del poder desde 2006 y que el próximo 13 de agosto cumplirá 90 años.