SANTO DOMINGO DE GUZMAN, RD.- Como un artista, Luguelin Santos ensaya meticulosamente cada partida de la pista y su tren de carrera en los primeros 200 metros.
“Mucho mejor”, le dice a su entrenador al terminar la faena —tras haberle dado una vuelta al campo descalzo y luego de varios minutos de gimnasio en una pista de entrenamiento en un club de la fuerza aérea en Río de Janeiro ayer. “Esto se va a dar en Río”.
El dominicano de 22 años, que en su niñez hizo sangrar sus pies por correr descalzo en calles de tierra, resonó hace cuatro años en Londres al alzarse con la plata en la final de los 400 metros.
A pocos días de entrar en acción en sus segundos Juegos Olímpicos, Santos asegura que llega por más y está enfocado en mejorar el primer tramo de la prueba. “Todo mundo sabe que remato bien fuerte. Los últimos 200 metros son míos”, señaló a The Associated Press.
Santos emerge como la carta fuerte de República Dominicana en sus aspiraciones de arribar al podio en Río, y en el atletismo en particular, después del retiro el año pasado de su bicampeón olímpico y mundial de los 400 metros con vallas, Félix Sánchez.
En fechas recientes ha estado tratando de recuperarse de una pequeña lesión muscular en su pierna izquierda y que lo incomoda al momento de la salida. Pero el dominicano subraya que volverá a estar en los reflectores en Río.
“Siento que puedo hacer lo mismo de siempre. Soy un atleta que nunca le he fallado a mis fanáticos. Siempre doy el máximo”, expresó. Pese a la dolencia, “hasta ahora pienso que puedo correr los 43 segundos”.
Santos admite, empero, que en Río tendrá que vencer a varios rivales que andan muy bien esta temporada, y los menciona.
El granadino Kirani James, el sudafricano Wayde Van Niekerk y el estadounidense LaShawn Merrit, quien ostenta la mejor marca del año (43.97).
Santos nació en un hogar pobre y se dice que sus carreras en su niñez las hacía descalzo en calles de tierra.