Por Ramón Mercedes
Nueva York.- Varios oficiales electos y altos funcionarios de esta ciudad protestaron este martes en la estación de la calle 168 con Broadway, en el Alto Manhattan, por las constantes roturas de los cuatro ascensores, usados por decenas de miles de personas diariamente y transita el tren UNO.
En las últimas tres semanas se han roto cinco veces, quedando las personas atrapadas en el subterráneo, incluyendo decenas de dominicanos, porque es la única manera de abordar o salir del tren UNO, ya que no hay escaleras. Se estima que tiene una profundad de 101 pies/33.7 metros), y por ella transitan más de siete millones de pasajeros al año.
El concejal Ydanis Rodríguez, presidente del Comité de Transporte de la Ciudad; Letitia James, Defensora del Pueblo; Aldrin Rafael Bonilla, vicepresidente del condado de Manhattan, junto a otros funcionarios, acudieron a dicha parada para llamar la atención de la Autoridad Metropolitana del Transporte (MTA), encargada del caso.
Coincidieron en criticar a la MTA por no hacer lo suficiente para resolver el problema. «El servicio de ascensores sigue siendo un problema grave en esta estación, creando riesgos de seguridad masivos para cientos de personas que buscan salir de la estación de inmediato, sin los medios adecuados para hacerlo», dijo Rodríguez
Por su parte, James al acudir a una audiencia del Comité de Transporte del Concejo Municipal en el Bajo Manhattan, sostuvo que «los neoyorquinos que dependen del sistema de tránsito son, lamentablemente, decepcionados por la MTA».
Mientras el vicepresidente del borough de Manhattan, Aldrín Rafael Bonilla, expresó que ellos y la ciudadanía quieren una solución permanente. El video con las declaraciones de los funcionarios fue divulgado por la estación NY1.
Adriano Espaillat, congresista federal; Marisol Alcántara, senadora estatal; Carmen De La Rosa, asambleísta; y el presidente del condado de Manhattan, Gale Brewer, escribieron a la MTA, urgiéndole resolver el problema.
Durante la última rotura de uno de los ascensores la semana pasada resultó herido y atrapado el empleado de la MTA, Will Greendyke, de 34 años, teniendo los bomberos que tomar algunas horas para rescatarlo.
La MTA ha estado reparando el techo y reemplazando la pared y las baldosas de la estación para arreglar una fuga de agua desde 2013. El trabajo, con una inversión de 30 millones de dólares, es para devolver parte del esplendor de principios del siglo XX a la parada, dijeron funcionarios de la MTA cuando se anunciaron las renovaciones en 2012