Por Balbueno Medina
En los últimos meses, el Consejo Nacional de la Seguridad Social (CNSS), ha sido tocado en su sensibilidad por el cumulo de insatisfacciones que sienten los usuarios de los servicios que ofrecen la mayoría de las instituciones que son reguladas por ese organismo en el país.
Hace menos de dos meses que el CNSS anuncio la inclusión de unos 16 mil pensionados del Estado al Seguro Nacional de Salud (SENASA), lo que representa un alivio para todas las familias que serán beneficiadas con el otorgamiento de ese seguro, debido al ahorro que obtendrán a través del pago de medicamentos, consultas e internamientos que invertían en el pasado.
Esa medida, aun cuando debió haberse tomado mucho antes, llega en un momento importante donde la población que sigue el desarrollo del actual Sistema Dominicano de Seguridad Social, observa en el mismo que solo beneficia a ciertos inversionistas, no así a la población que paga por los servicios que recibe.
A esa disposición, que toda la nación aplaudió, también se añadió más recientemente el contenido de la resolución número 424-03, mediante el cual el Consejo Nacional de la Seguridad Social indexa el pago de las pensiones que han sido otorgadas a través del Seguro de Riesgos Laborales (ARL), algo que debe ser visto como un punto de avance en medio de tantos entuertos que hay que corregir en el Sistema de Seguridad Social de la República Dominicana.
Lo ideal sería que esa indexación se extendiera a todos los pensionados que abarca el Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS), porque de esa manera se estaría haciendo justicia con tantas personas que devengan ingresos por pensiones bastante irrisorios y hasta de miserias.
Lo cierto es que aunque cuando veamos que con estas medidas se ha querido avanzar en algo y se ha pretendido demostrar que la sensibilidad por lo que sufren los usuarios o clientes de los servicios que ofrece la Seguridad Social Dominicana, se ha apoderado de los miembros del Consejo de la Seguridad Social, no es menos cierto que todo esto resulta ser parches que lo que buscan es extender la agonía y el disgusto que sufre la población con el sistema.
Sabemos que en el seno del CNSS hay quienes sienten preocupación por el camino lleva el Sistema Dominicano de Seguridad Social, sobre todo cuando reciben las quejas de las personas que tienen que comprar recetas, que el Plan Básico de Salud nunca cubre, o cuando son sorprendidas frecuentemente con el aumento del copago que deben entregar a los médicos al momento de asistir a una consulta.
Cada año, los usuarios o clientes del Sistema de Seguridad Social, pierden cientos de miles de pesos producto de esas iniquidades que se dan en el Sistema Dominicano de Seguridad Social, porque por encima de tener que pagar la doble consulta, pierden la casi totalidad de los 8 mil pesos que deben consumir en medicamentos, debido a que el 80 por ciento de los que recomiendan los médicos están fuera del alcance del Plan Básico de Salud.
Esa sola muestra de atropello que se comete contra los usuarios de los servicios de Salud, debe servir de preocupación a los miembros del Consejo Nacional de la Seguridad Social, para tomar una medida que obligue a las ARS a devolver los recursos dejados de consumir, porque se ha convertido en una de las principales fuentes de disgustos para las personas que buscan mejorar su estado de salud en los centros médicos del país.
De todos modos, aunque vemos que los pocos avances que se han dando por decisión del Consejo Nacional de la Seguridad Social, solo han tocado las instituciones prestadoras de servicios que dependen del gobierno central, saludamos el interés que han mostrado los tres sectores que conforman ese organismo en conseguir algunas mejorías a favor de los clientes de la Seguridad Social, no sin antes recomendarles continuar profundizando las medidas de manera que afecten a todo el espectro del sistema a nivel general para que no solamente el Estado dominicano siga cargando pesado.
