WASHINGTON.- El Presidente de EE. UU., Barack Obama, reiteró hoy su compromiso para poner en marcha medidas de «sentido común» para reducir la violencia con armas en Estados Unidos y pidió al Congreso que tome cartas en el asunto.
Obama, que aprobó esta semana 23 decretos para endurecer el control de las armas, subrayó que «ha el llegado momento de tomar acción para combatir la violencia con armas» en Estados Unidos.
Obama instó al Congreso a aprobar leyes para realizar un control universal de antecedentes para todo el que compre un arma, restablecer la prohibición de las armas de asalto y limitar los cargadores de munición de alta capacidad.
En este sentido señaló que los rifles de asalto, combinados con cargadores de alta capacidad, tienen el «único» propósito de disparar la mayor cantidad de balas lo más rápido posible, por lo que esas armas «no pueden tener un lugar en nuestras comunidades».
Obama aseguró que si se aprueban estas medidas «podemos respetar los derechos que tienen los ciudadanos bajo la Segunda Enmienda» – que recoge el derecho de los estadounidenses de tener y portar armas- al tiempo que «contribuimos a impedir que los pocos irresponsables ocasionen daños masivos».
Las propuestas presentadas esta semana fueron el resultado de las consultas del vicepresidente, Joe Biden, y su grupo de trabajo con más de 200 grupos incluyendo padres, agentes de la ley deportistas, líderes religiosos y profesionales de salud mental.
Obama señaló que la ley requiere a las tiendas de armas con licencia que realicen verificaciones de antecedentes penales, pero un 40 por ciento no lo hace.
«Esto no es seguro, ni sensato, ni es justo para los compradores o vendedores de armas que son responsables», dijo el presidente, que aseguró que la «inmensa mayoría» de los estadounidenses está de acuerdo en que quien compre un arma pruebe al menos que no es un delincuente. «Eso es simplemente algo de sentido común».
El debate de las armas se abrió de nuevo en el país tras la matanza perpetrada el pasado 14 de diciembre en una escuela primaria en Newtown (Connecticut) en la que murieron 20 niños, seis profesores y el agresor.
Otras masacres como la de Columbine, en Littleton (Colorado) en 1999 o la de la Universidad de «Virginia Tech» en 2007 pusieron en la palestra el tema de la regulación de las armas, aunque finalmente no se llegó a tomar ninguna acción.
«Si, tal como yo, ustedes quieren que esta vez sea diferente, entonces necesito la ayuda de ustedes para que sea diferente», dijo Obama, quien pidió a los ciudadanos a que llamen a sus congresistas para pedirles que legislen en este sentido.
Obama leyó un fragmento de una carta de una niña de Nueva York, de las miles que ha recibido de todas partes del país de niños y jóvenes pidiendo que tome medidas para protegerlos.
«Por favor haga algo para que la gente mala no pueda conseguir armas para matar a otra gente. Los niños debemos estar protegidos, especialmente en la escuela», leyó Obama, quien apeló a hacer un país «más seguro en el que todos nuestros hijos puedan criarse y aprender».