SANTO DOMINGO DE GUZMAN, RD.- El expresidente Hipólito Mejía expresó que lamenta que al celebrarse el Día del Agricultor, muchos de los que se dedican a esas labores carecen de empleos dignos y de los servicios esenciales para una vida decorosa.
En un mensaje enviado, el ex mandatario afirma que “son ellos, los agricultores, quienes con su trabajo hacen llegar a nuestras mesas los alimentos que consumimos, generando además bienes agroalimentarios para la exportación que aportan divisas para nuestro desarrollo”.
Dice que “para superar esas debilidades, es necesario que volvamos al campo con la decisión de promover el desarrollo rural integral, promoviendo políticas públicas que abonen la hipoteca social del aporte de nuestros agricultores”.
Eso significa que, continúa el ex presidente Mejía, al enfrentar las debilidades estructurales de este importante sector, con financiamiento oportuno, investigación, capacitación, extensión agrícola e infraestructura adecuada, trabajemos, igualmente, para mejorar la calidad de vida de los habitantes rurales.
Finalmente afirma: “Como hijo del campo rindo tributo en este día a mis hermanas y hermanos que siembran y cultivan la tierra. A ellos, reitero mi compromiso de seguir trabajando por su fortalecimiento y por la dignificación de su existencia”.
MENSAJE POR EL DÍA DEL AGRICULTOR
Hoy, al celebrar el día del agricultor, expreso mi más profundo reconocimiento a los hombres y mujeres que trabajan la tierra.
Son ellos quienes con su trabajo hacen llegar a nuestras mesas los alimentos que consumimos, generando además bienes agroalimentarios para la exportación que aportan divisas para nuestro desarrollo.
Sin embargo, nuestros agricultores, que continúan careciendo de viviendas dignas, servicios adecuados de educación y salud, y la seguridad de un trabajo digno y decoroso, entre otros, siguen engrosando los cordones de miseria de nuestros pueblos y ciudades.
Para superar esas debilidades, es necesario que volvamos al campo con la decisión de promover el desarrollo rural integral, promoviendo políticas públicas que abonen la hipoteca social del aporte de nuestros agricultores.
Eso significa que, al enfrentar las debilidades estructurales de este importante sector, con financiamiento oportuno, investigación, capacitación, extensión agrícola e infraestructura adecuada, trabajemos, igualmente, para mejorar la calidad de vida de los habitantes rurales.
Como hijo del campo rindo tributo en este día a mis hermanas y hermanos que siembran y cultivan la tierra. A ellos, reitero mi compromiso de seguir trabajando por su fortalecimiento y por la dignificación de su existencia.