Madrid, España.- El historiador Frank Moya Pons presentó en esta ciudad su libro “El oro en la historia dominicana”, donde reveló la Barrick Gold Corporation, ha logrado explotar en un año, hasta 120 veces más que todo el oro que fue extraído por los españoles en el siglo XVI.
El también es secretario de Medio Ambiente viajó invitado por la embajada de la República Dominicana ante el Reino de España y la Asociación Cultural y de Cooperación al Desarrollo Biblioteca República Dominicana (ACUDEBI), en el marco de la celebración de la Feria del Libro de Madrid.
Moya Pons habló en el pabellón principal de la Feria en una actividad encabezada por el embajador Olivo Rodríguez Huertas y decenas de invitados especiales.
“Frank Moya Pons, doctor en Historia por la Universidad de Columbia en Nueva York, ha publicado más de 30 obras. Fue el primer ministro de Medio Ambiente de la República Dominicana… En el país todos los dominicanos sentimos un inmenso respeto y gratitud por todo el aporte que ha hecho al conocimiento de nuestra historia”, manifestó Rodríguez Huertas.
Como elementos novedosos de su obra destacó que gran parte del oro sacado de La Española en la época colonial se quedó en la isla.
“Esta historia comenzó hace más de 500 años, cuando Cristóbal Colón puso un pie en la isla. Su interés en el oro era tal, que es la palabra más mencionada en su diario de navegación: 153 veces, la pimienta 45 y las especies 25”, detalló.
Agregó que la ubicación de las ciudades de la época no es casualidad, pues eran fundadas en las cercanías de importantes minas del metal, como Bonao, Santiago o La Vega.
Moya Pons resaltó “que nunca conoceremos con exactitud el volumen total de oro extraído desde 1494 hasta mediados del siglo XVI”.
No obstante, y de acuerdo a registros oficiales, 3.44 toneladas de oro llegaron a Sevilla procedentes de la isla en la primera mitad de esa centuria.
Citó que un parte considerable del metal se quedaba en la isla para pagar salarios y servicios, abastecimiento y otro. El oro era el medio preferido de cambio en La Española, aunque no estuviera acuñado.
La investigación de Moya Pons reveló el desarrollo de una minería artesanal basada en bateas por parte de personas pobres y no tan pobres.
“Por más de 500 años esta ha sido una minería practicada de la misma manera en que la hacían los españoles a finales del siglo XV y principios del XVI. Durante los siglos de mayor pobreza de la colonia de Santo Domingo, y también durante buena parte del periodo republicano, el lavado de oro fue una de las bases de la economía comunitaria campesina en determinas regiones”, declaró.
Vida republicana
De acuerdo con el destacado investigador, la relación del oro en la República Dominicana no se ha detenido desde la colonia.
“Con el redescubrimiento de la célebre mina española de Cotuí, por parte de un geólogo italiano en 1947, se abrió un nuevo capítulo en la historia del oro dominicano”, dijo.
Moya Pons informó que ese hecho llevó al Gobierno de turno a ordenar una evaluación a fondo del oro que podría existir en el llamado Pueblo Viejo.
Indicó que dichos estudios revelaron grandes volúmenes fundidos microscópicamente en tiritas que debían ser procesadas utilizando costosos procedimientos físico-químicos con los que el país volvió a ser un importante productor del metal.
A lo largo de su exposición, el historiador también habló sobre los procesos estatales vividos tanto con la Rosario Dominicana (primera empresa en explotar tales yacimientos en esta nueva etapa), hasta la Barrick Gold Corporation, la cual ha logrado explotar hasta 1 millón de “onzas troy” al año, es decir “120 veces más que todo el oro del siglo XVI extraído por los españoles”.