SANTO DOMINGO, RD.- Melanio Paredes, miembro del Comité Central del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), reveló este miércoles que, ante el conflicto que enfrenta a danilistas y leonelistas, sectores de esa organización proponen presentar candidaturas separadas y grupales en el 2020, sin el aval institucional del PLD, como sucedió con el BIS de José Francisco Peña Gómez y el PRI de Jacobo Majluta en 1990.
Sostuvo que “el PLD no está en condiciones” de dar una respuesta institucional a la confrontación entre ambas facciones, y eso le impediría llevar candidaturas institucionales y partidarias.
“Hay quienes han entendido que el encono y el enfrentamiento entre dos fuerzas fundamentales del partido, que parecen no encontrar el camino del entendimiento, pudiera llevar a que el partido no pueda presentar candidaturas como tal, lo cual es un desaguisado”, subrayó.
Paredes afirmó que “el PLD está abandonado a su suerte, frisado, inmovilizado”, porque los mecanismos institucionales “no cuentan” debido a que la máxima dirección peledeísta está en el Gobierno y ha descuidado a la organización. Culpó al Comité Político de esa situación.
También aseguró que si esa organización no vuelve a los principios de Juan Bosch y no se pone de acuerdo para escoger a sus candidatos presidenciales, se dividiría y perdería “irremediablemente” el poder en 2020. Además, recordó su batalla jurídica para que sea convocado el IX Congreso del Partido, en virtud de que la dirigencia peledeísta cumplirá su período de cinco años el próximo 26 de enero. El propósito del congreso, dijo, sería “organizar la casa” antes de las elecciones y garantizar la unidad con la decisión de las bases.
Paredes plantea separar al Gobierno del partido, de manera que los funcionarios no puedan estar en la administración pública, y propone una solución salomónica para danilistas y leonelistas: el candidato presidencial, escogido “unitariamente”, iría al poder con su equipo de Gobierno, mientras la otra facción asumiría la dirección del partido.
La reelección es para él una verdadera “aventura”, por ser “legalmente posible pero legítimamente inviable”. Su alegato es el siguiente: “No hay manera de que se pueda plantear una nueva modificación de la Constitución y que esto sea aceptado, como ocurrió en el pasado, de buena manera por la mayoría de la sociedad dominicana”. Él confía en que Medina no intentará una “aventura” repulsada por la “mitad del partido y las tres cuartas partes de la sociedad”.
El exministro de Educación dijo que hay sectores que ansían la división del PLD, y advirtió que una posible ruptura del PLD gravitaría en todo el sistema político y electoral dominicano, por tratarse del “último instrumento estructurado” de la democracia vernácula.
“Lo que está en juego es todo el poder político”, sentenció.