CARACAS.- Venezuela sigue sumida en el caos. Los saqueos en las tiendas se multiplican. Decenas de personas han sido detenidas.
Desde el jueves por la tarde, los venezolanos no tienen electricidad, ni agua, los medios de transporte y los teléfonos móviles no funcionan y cada vez es más difícil encontrar comida. La angustia entre los afectados es creciente.
El Gobierno de Nicolás Maduro ha hecho un llamamiento a la “calma” y ha ordenado que estudiantes y funcionarios se quedaran en en casa, este lunes.
Los comerciantes que no pueden mantener en funcionamiento los refrigeradores regalan productos como queso, verduras y carne a los clientes.
El domingo, algunos afectados por el apagón mostraron su ira en pequeñas protestas.
“Señores, no crean en guerras económicas, aquellos que todavía creen en eso. La guerra económica empezó en este país cuando empezaron a expropiar todas las empresas privadas y todos los beneficios que teníamos de tantos años atrás”, decía Dumar Ávila, manifestante.
“La crisis en Venezuela tiene nombre y apellidos y es Nicolás Maduro Moros, que ha sido un irresponsable durante más de cinco años, que no ha querido resolver los problemas. Es momento de entender que la crisis humanitaria en Venezuela no es una crisis política, es una crisis social, es una crisis humana, es una crisis en la que están falleciendo los venezolanos porque no hay soluciones”, declaraba Hilda Gonzales, doctora, participante en las protestas.
El autoproclamado presidente interino, Juan Guaidó, ha denunciado la muerte de al menos 17 pacientes de hospitales y reclama al Parlamento que declare el “estado de emergencia” para permitir la entrada de ayuda humanitaria en el país. Guaidó achaca el mayor apagón de la historia de Venezuela a la falta de inversión y la mala gestión de la electricidad por parte del oficialismo. Los detractores de Maduro insisten en que es el resultado de la incompetencia y la corrupción.
Maduro mantiene que el apagón se debe a un “ciberataque” de Estados Unidos.