Muchos jóvenes dominicanos piensan que vender drogas es la mejor forma de “vivir bien”, según investigación realizada por Acción Empresarial por la Educación (Educa) y otras instituciones

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Darwin Caraballo

SANTO DOMINGO, RD.- Muchos jóvenes del país, sobre todo de los sectores más vulnerables, dijeron que su futuro laboral está en la venta de drogas, porque quiénes lo hacen “tienen más de una mujer, dinero y viven bien”.

El dato está en los resultados de la investigación “Los jóvenes dominicanos, esos desconocidos”, hecha por Acción Empresarial por la Educación (Educa) y otras instituciones que revela también que de 2.7 millones de los jóvenes dominicanos 750 mil están desempleados y un millón ni estudia ni trabaja, de acuerdo con los resultados de una investigación hecha por Acción Empresarial por la Educación (Educa).

Al analizar el estudio, el director ejecutivo de Educa, Darwin Caraballo, dijo que eso es preocupante, porque dice que si esa situación no se corrige en 10 a 15 años habrá un riesgo enorme de inseguridad.

“Cuando lo ilícito se vuelve en un modelo a seguir hay un riesgo enorme, porque los jóvenes están saliendo a esas actividades delictivas y el sistema no le está dando ninguna respuesta.

De acuerdo con los resultados, a pesar del notable crecimiento que la economía ha experimentado desde el año 2000, la tasa de desempleo global permanece estancada entorno el 14%, mientras que para el segmento joven esta cifra es casi el doble, superando el 23% en 2016.

Adicionalmente, los jóvenes ocupados se encuentran laborando mayormente en empleos de baja calidad, debido a la alta incidencia de la informalidad en el mercado de trabajo y los bajos niveles salariales que promedian los RD$ 10, 000 mensuales.

En ese orden, el estudio refleja que la capacitación laboral y la educación superior son los factores que inciden en la probabilidad de los jóvenes de obtener un empleo formal.

Sin embargo, los jóvenes que han logrado culminar estudios universitarios enfrentan dificultades para acceder oportunamente a empleos, debido a la brecha que existe entre las competencias adquiridas por los jóvenes, sus expectativas salariales, y los perfiles demandados por el sector productivo y la remuneración que ofrecen.

Caraballo dijo que debe haber un cambio en la forma de educar y garantizar que un bachiller adquiera las competencias, para innovar y tener un empleo bien remunerado.