LA HABANA.- Un portavoz de la Iglesia Católica elogió este viernes la reforma migratoria que permite que los cubanos viajen al exterior sin pedir permiso al gobierno por primera vez en medio siglo, pero expresó su preocupación de que estimule un éxodo de jóvenes y profesionales.
«No ha habido un pronunciamiento oficial (de la Iglesia) al respecto, (pero) personalmente puedo decir que se aprecia el que se reconozca de una manera oficial del derecho de los cubanos a viajar», dijo el secretario y portavoz de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba, el sacerdote José Félix Pérez.
«Siento que es algo que es bueno en sí (…), estas salidas podrán representar un alivio para la situación económica» de familias cubanas, agregó.
La reforma entró en vigor el 14 de enero, dejando sin efecto el irritante permiso de salida, vigente desde 1961, y la carta de invitación, lo que ha permitido que muchos cubanos, incluidos prominentes disidentes, hayan solicitado pasaporte y hagan planes de viaje.
Sin embargo, Pérez dijo que «en la medida en que los que viajen sean no solo viajeros que van y vuelven, sino emigrantes, esto compromete el futuro tremendamente, porque la mayoría de los que van a emigrar son jóvenes y son profesionales».
«Cuba es un país con un déficit de natalidad muy alto (…), el relevo poblacional no se está dando, se van los jóvenes, que son los que tienen niños, ¿cómo va a quedar el esquema poblacional dentro de cinco o diez años», añadió en rueda de prensa.
La emigración legal de casi 40.000 cubanos cada año y la baja tasa de natalidad causaron que Cuba cerrara 2012 con 84.000 habitantes menos que 2011, según el Censo. La isla tiene ahora 11,1 millones de habitantes.
Pérez declinó opinar sobre la presidencia cubana de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que el presidente Raúl Castro asumió el lunes en Chile: «tampoco sobre eso ha habido un pronunciamiento (de los obispos) y yo tampoco tengo nada que comentar al respecto».
El religioso divulgó este viernes una invitación de los obispos para que los cubanos participen en las actividades por el «Año de la fe», que servirá para conmemorar el aniversario de la visita a la isla que cumpliera el papa Benedicto XVI en marzo de 2012.
La Iglesia inició en 2010 un inédito diálogo con el gobierno comunista, lo que condujo a la liberación de unos 130 presos políticos y abrió mayor espacio a la acción pastoral.