Orquesta típica insular sin parangón, la Reina de las Charangas Cubanas ha mantenido enhiesto el valor inconmensurable del pentagrama patrio, al adoptar y hacer célebres a piezas que –80 años después– continúan bailándose, también tarareándose, tanto en la Isla como en el resto del mundo
Por Julio Martínez Molina
Cienfuegos.–Hay orquestas que acentúan un sello personal, ese timbre de singularidad y la presencia incomparable que les permiten convertirse en símbolos, en emblemas de determinada cultura o nación. Es el caso de la Aragón, fundada el 30 de septiembre de 1939 en Cienfuegos, cuya particular impronta sonora la ha identificado en el tiempo.
Orquesta típica insular sin parangón, la Reina de las Charangas Cubanas ha mantenido enhiesto el valor inconmensurable del pentagrama patrio, al adoptar y hacer célebres a piezas que –80 años después– continúan bailándose, también tarareándose, tanto en la Isla como en el resto del mundo.
Ver a la Aragón sobre el escenario es asistir a un espectáculo de elegancia total, explícito tanto en virtud de los trajes de los músicos como en los movimientos sobre la plataforma, e incluso en la forma de tomar los instrumentos.
Resulta palpable el respeto que estos creadores profesan a nuestra música; en particular al legado de figuras fundacionales del calibre de Orestes Aragón Cantero y, especialmente, de ese real propulsor histórico de la orquesta, nombrado Rafael Lay Apezteguía.
La hoy mundialmente famosa orquesta popular cubana de charanga fue creada bajo el apelativo original de Rítmica 39, luego se llamaría Rítmica Aragón y finalmente Orquesta Aragón. Sus integrantes realizaron su primer bailable el 9 de octubre de 1939. Éxitos interpretados por la banda como El bodeguero, El cerquillo, Cachita, Pare cochero, Guajira con tumba’o y Tres lindas cubanas, por citar solo algunos, le han dado la vuelta al mundo.
La que llegó y triunfó, inveterada nave insigne de la música popular bailable en Cuba durante el siglo xx, alcanza su aniversario 80 con el mismo respeto granjeado dentro de su público, al que siempre le ha sido fiel y a cuyo seno siempre ha regresado luego de sus innumerables giras por todo el planeta.