Por Carlos del Porto Blanco*
¿Qué efectos provocan los videojuegos en la salud? Desde hace años los científicos publican estudios en torno a esa interrogante, unos con conclusiones positivas y otros no, aunque no hay resultados concluyentes. Dos investigaciones dan resultados más equilibrados, al tiempo que llaman la atención sobre las consecuencias de pasar mucho tiempo con videojuegos, no solo a nivel físico, sino también conductual, aunque también subrayan los beneficios de dicha actividad.
Sus orígenes se remontan a la década de 1950, cuando poco después de la aparición de las primeras computadoras electrónicas se llevaron a cabo los primeros intentos por implementar programas de carácter lúdico. Así se crearon Nim (1951) y Oxo (1952), juegos electrónicos que todavía no eran videojuegos reales, y Tennis for Two (1958) o Spacewar! (1971), auténticos pioneros del género. Todos eran juegos muy simples y de carácter experimental, sin embargo, hoy en los «juegos de rol en línea multijugador» participan millones de personas.
Para que se tenga una idea, esta industria en 2016 produjo 99600 millones de dólares, según Newzo. Super Mario Bros se convirtió en un fenómeno cultural y de culto desde su lanzamiento en 1985. En los años 2000 surge la franquicia de juegos bélicos, Call of Duty. Ambos videojuegos, situados en clasificaciones diferentes, causan efectos dispares en cuanto a la salud, según un estudio de las universidades de Montreal y McGill, publicado en la revista Siquiatría Molecular.
La investigación afirma que jugar Super Mario Bros hace que crezca la cantidad de materia gris en nuestro cerebro, mientras Call of Duty la disminuye.
Los estudios científicos muestran que, en general, los videojuegos enriquecen la vida del jugador, le enseñan a resolver problemas técnicos, estimulan sus habilidades neurocinéticas, reflejos visuales y enfoques de múltiples puntos de visión (objetivos). Incluso mejoran la comunicación cuando se juega en familia o en línea. Al final, como todo en la vida, la clave está en la medida de su uso.
Tomado: Periodico Granma – 26 de noviembre de 2019