Por Roberto Veras
Seguro que hay mucha controversia cuando se trata de ejercer el voto en la República Dominicana, nadie confía en el sistema. Cuando vamos a las urnas, vemos personas tratando de votar que parecen cuestionables, y pensamos tal vez ni siquiera es ciudadano dominicano.
Cuando nos conectamos en cualquier línea de comunicación, encontramos historias sobre cuán fácil es manipular las máquinas de votación, luego leemos historias sobre personas muertas que votan, personas que votan varias veces, tácticas de supresión de votantes, y algunos se preguntan si nuestro voto cuenta. ¿En quién puedo confiar?
Parece que el presidente Danilo Medina cuando se postuló para el cargo pudo inspirar a una buena parte de la población. Gran parte de esto se debió a la excelente marca de sus manejadores políticos, gente de relaciones públicas y aquellos que construyeron su imagen.
No todos los candidatos pueden tener eso, especialmente durante la temporada de elecciones, cuando todos se arrojan barro entre sí. Sin embargo, el candidato Medina pudo hacerlo, y me gustaría hablarles un poco sobre esto a medida que avanza la temporada electoral.
De hecho, «¿Es importante que un candidato presidencial inspire confianza?» no necesariamente, sin embargo, si un candidato presidencial no puede inspirar confianza, es posible que no obtenga los votos necesarios para convertirse en presidente.
Ciertamente no es obligatorio, creo que es importante una vez que un candidato presidencial se convierte en presidente para motivar e inspirar al país, haciendo maravillas para la productividad, la actitud positiva y para llevar todo por el camino correcto e ir en la dirección correcta.
¿Deberían esos candidatos postularse a la presidencia y trabajar para dar discursos que inspiran y motiven a las personas a votar?
Creo que sí, por supuesto, las campañas negativas también funcionan desafortunadamente, pero no siempre inspiran, aunque incitan y motivan a la base. Obtener la combinación correcta es bastante importante, y vimos a Danilo en 2016 incitar a sus votantes y motivarlos a salir y votar, diciéndoles que estaban haciendo su parte para crear un cambio.
Por supuesto, se necesita más que votar, porque una vez que un presidente es elegido, debe inspirar al pueblo dominicano a ser productivo, proactivo y enseñarlo a dejar de quejarse.