No permitir que le den besos.
No permitir que toquen sus manitas ya que con frecuencia los niños las llevan a su boca.
Pídele a las personas que laven sus manos para estar al lado de los pequeños.
Lavarse bien las manos antes y después de cambiar sus pañales, y antes de amamantarlos.
Limpia sus juguetes.
No los lleves a lugares con aglomeración de personas.
Proporcionar a los niños información sobre cómo protegerse.
Promover en hogares y escuelas las mejores prácticas de lavado de manos y de higiene, y proporcionar materiales para la higiene.
Aumentar el flujo de aire y la ventilación en los locales donde permanecen más tiempo.
Vigilar la salud de los niños y, si están enfermos, evitar que vayan a la escuela, al círculo infantil o al lugar donde cuidan a varios de ellos a la vez.
Alentar a los niños a hacer preguntas y expresar sus preocupaciones.
Enseñarlos a toser o estornudar sobre un pañuelo de papel o sobre la flexura del codo, y procurar que no se toquen la cara, los ojos, la boca y la nariz.
Los familiares deben estar constantemente informados.
Lavar adecuadamente sus ropas y otros objetos personales.
Crear en ellos el hábito higiénico de lavarse constantemente las manos, en la etapa de infancia.
- Tomado del periódico Granma – 13 de Marzo, 2020.