Lo que no se veía hacía varios días en el barrio dominicano del Alto Manhattan

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Dos mujeres dominicanas caminan en calles del Alto Manhattan, protegidas con mascarillas contra el coronavirus. (Fotos Miguel Cruz Tejada).

Por Miguel Cruz Tejada

NUEVA YORK._ Lo que no se veía hacía varios días en el barrio dominicano de Washington Heitghs (Alto Manhattan), se está convirtiendo en una imagen común en diferentes áreas del vecindario con millares de residentes criollos.

Docenas de dominicanas, están escuchando y respetando las instrucciones de las autoridades locales para protegerse del coronavirus, que sigue impactando negativamente a Nueva York, obligando al cierre de casi todas las actividades diurnas y nocturnas.

Muchos hombres están emulando el ejemplo de las mujeres, en medio de un incesante bombardeo mediático que basa el 90% de su contenido sobre el panorama creado por la pandemia en el estado.

Temprano, en la mañana de este lunes 16 de febrero, una jauría de clientes tuvieron que ser sacados del supermercado dominicano “Key Food” de la avenida Saint Nicholas y la calle 172 en el Alto Manhattan, obedeciendo a la orden ejecutiva del alcalde Bill de Blasio, para que no más de 50 personas puedan estar dentro de esos establecimientos.

La ordenanza entró en vigencia a las 9:00 de la mañana y en el supermercado, propiedad del diputado de ultramar Rubén Luna, la situación fue caótica, cuando los clientes pulseaban por entrar al mismo tiempo.

Luna, explicó por teléfono que la gerencia del negocio, adoptó la medida para cumplir con la decisión de las autoridades.

La mayoría de los que han comenzado a usar las mascarillas, son mujeres, que se ven caminando en las calles del Alto Manhattan, yendo a sus citas o haciendo las diligencias de lugar.

Entre tanto, las escuelas de la ciudad siguen cerradas, las visitas a los presos suspendidas, los horarios de los comercios reducidos, el tránsito en caída, los vagones de los trenes con muy pocos pasajeros, y todos los eventos que sobrepasen reuniones con más de 10 personas, cancelados, entre otros impactos.

María Guzmán, de 35 años de edad y quien caminaba con su mascarilla, dijo que aunque no ha sentido síntomas, el coronavirus es real, por lo que todos deben cuidarse para no ser contagiados.

Captada cruzando la intersección de la avenida Saint Nicholas y la calle 179, la señora Carmen Jiménez, de 55 años, señaló que comenzó a usar la mascarilla, después de oír las últimas noticias que dan cuenta de que el virus avanza indetenible en Nueva York.

Las mismas escenas, se verifican por todas partes, además de que los guantes que están siendo usados hasta en las agencias de viajes y envíos de dinero.