Emular lo Bueno

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Museo Ponce De León en San Rafael del Yuma, Higüey, República Dominicana.

Por Juan Cruz Triffolio

Acabamos de enterarnos, vía un importante medio de comunicación cubano, que el Consejo Nacional de Patrimonio Cultural (CNPC) ha dado a conocer la posibilidad de que a través de las nuevas tecnologías la población pueda visitar virtualmente los museos, ubicados en los diferentes centros poblados de la tierra de José Martí.

Ante la actual pandemia que atraviesa el mundo es innegable que una iniciativa de tal naturaleza resultará sumamente interesante para algunos sectores poblacionales tradicionalmente excluidos en nuestra sociedad como es el caso de los niños y los envejecientes.

Proyectar, en estos tediosos y desesperantes días de cautiverio familiar, las interioridades y riquezas de nuestros centros museográficos, tal como hoy ocurre en la denominada Isla Grande, sería una magnífica oportunidad para aprovechar el tiempo en el conocimiento científico sobre nuestra historia y naturaleza, liberando tensiones y evadiendo presiones que muchas se traducen en traumas de consecuencias imprevisibles.

Esta iniciativa constituiría un magnifico intercambio audiovisual que permitiría, a través de una interacción social, franca y constante, llenar diversas lagunas en el aprendizaje sobre temas y realidades que siempre despiertan el interés entre las personas amantes de la investigación y sobre todo, entre aquellas que, ante la realidad universal, se tornan acuciosas en sus elucubraciones.

Quienes actualmente procuramos respetar el aislamiento social como herramienta idónea para evitar la propagación de los efectos horribles del Covid-19, manteniéndonos en casa, acompañados de los medios  tecnológicos indispensables, mucho agradeceríamos que los directores de los diferentes museos del país, emularan, lo más rápido posible, la experiencia que en el presente viven los cubanos, como resultado de una iniciativa de incalculable valor, poca inversión económica y de efectos educativos  estupendos.

En la realidad nacional, como agregado valioso, tal vez sería prudente sugerir que esas proyecciones, sustentadas en algunas plataformas digitales ya reconocidas por la población cibernética dominicana, también sean compartidas, simultáneamente, por los diferentes canales de televisión a nivel nacional e internacional, tal como está ocurriendo con el montaje y la divulgación de diferentes conciertos artísticos, promovidos por una reconocida y prestigiosa empresa cervecera del país.

En la jornada de difusión educativa y formativa de los diversos museos también es posible incluir las historias de nuestros templos religiosos y edificaciones emblemáticas, además de los atractivos que caracterizan a algunos parques de esparcimiento y centros de rescate y preservación de la fauna y flora dominicana, como complementos para imprimirle una mayor seducción para los cibernautas.

La idea está formulada y con la voluntad, más que pensar en la inversión económica y de tiempo, es posible su materialización.

Estamos seguros que muchas familias dominicanas agradecerán tan significativo aporte a la orientación, la educación y el entretenimiento de sus miembros.

Es hora de empezar.

Emular lo bueno siempre es provechoso..!!

Vamos a la acción..!!