Por Roberto Cassá – Director Archivo General de la Nación
Esta Cronología de la Revolución de Abril de 1965, obra de Gerardo Sepúlveda, constituye un material de obligada consulta para los que deseen comprender este magno acontecimiento, el más importante de la historia dominicana, por lo menos fuera de toda duda de la época contemporánea. Por tanto, para conocer la trayectoria que ha conducido a la situación de nuestros días resulta obligado razonar lo que sucedió en 1965.
Gerardo ha plasmado un interés de vida, que comenzó a incubar desde la niñez, cuando tuvo la oportunidad de ser un testigo de situaciones cargadas de significado. Ha escudriñado el mayor número de fuentes primarias, libros y periódicos. Ha conversado con una amplia variedad de protagonistas. Se ha hecho un experto en la materia. En este libro no se limita a reiterar las informaciones recopiladas, pues añade reflexión y análisis con una perspectiva de empatía por la gesta que exterioriza la probidad de su persona y la consistencia de sus convicciones.
Aunque hasta ahora solo cubre el primer mes de cuatro en que se desarrollaron los hechos, reúne una información preciosa. Da seguimiento día a día, a veces hora a hora, a lo que fue aconteciendo. Pone a interactuar a las personalidades dirigentes con el pueblo puesto de pie que protagonizó la gesta. Con Caamaño y los militares constitucionalistas recupera a tantos hombres y mujeres que han permanecido en el anonimato. Cada página rememora el sentir palpitante que alimentó el intento de redención más esplendoroso de nuestra historia, cuando se conjugaron las voluntades de tal manera que hubo de acudir a la proterva ocupación militar estadounidense que impidió la revolución democrática y torció desfavorablemente el curso ulterior de la historia.
Llama la atención la forma dinámica, en construcción permanente, con que está estructurada esta cronología. Es de esperar que un tiempo breve, se completen los meses faltantes. Así, los que no tuvieron oportunidad de conocer aquellos hechos terminarán de disponer de un instrumento formidable al servicio de las mejores causas de hoy y el futuro.