Satisface Iglesia reclamo castigo a la corrupción

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“Que no se apague esta llama”.
“Que no se apague esta llama”.

SANTIAGO DE LOS CABALLEROS, RD. El arzobispado de esta ciudad mostró su complacencia con las protestas pacíficas que se realizan en el país en reclamo de castigo para la corrupción en el sector público, pero consideró que esa campaña debe abarcar todos los niveles de la sociedad.

Las aseveraciones en tal sentido están consignadas en el editorial de su vocero escrito Camino, correspondiente a la edición de este domingo y que tiene como título “Que no se apague esta llama”.

En el mismo, el sumario precisa que con esa forma de protestar el país vive un momento especial y que reina en el ambiente un deseo profundo de querer hacer bien las cosas.

Tras considerar que soplan aires de transparencia y suenan por las plazas y caminos las voces juveniles que claman por una sociedad más justa, Camino dice saber que hay sectores que participan de esas acciones pacíficas “solo para aprovechar la coyuntura fresca que ofrecen estos movimientos”.

Considera que esas personas “deberían quedarse en sus hogares porque en las oportunidades que tuvieron para construir un futuro más promisorio para la patria no hicieron nada y, al contrario, fueron obstáculos que impidieron el desarrollo y el fortalecimiento de la institucionalidad”.

Y aprovecha el tiempo de Adviento que viven los católicos para asegurar que este brinda la oportunidad de ser distintos y que abre las puertas de la esperanza y la reconciliación, para revestir estos deseos de cambio en realidad vivificante.

Sin embargo, llama a tener cuidado “con quedarnos en la emotividad del presente, montándonos en el tren de lo novedoso sin saber a cuál estación llegar, porque no tenemos claro el rumbo de nuestro destino final”.

Tras insistir en que la cruzada contra la corrupción en la administración pública debe llegar a todos los niveles, Camino estima que llegó la hora de que cada dominicano/a entienda que la honestidad no es una etiqueta, ni un traje que se quita y se pone de acuerdo a las circunstancias.

“Es un estilo de vida que nos lleva a la satisfacción profunda de saber que somos propulsores de un orden nuevo que propiciará las relaciones armoniosas entre gobernantes y ciudadanía”, indica.