ROMA.- La Fiscalía de Milán (norte de Italia) solicitó hoy la condena de un año de prisión para el ex primer ministro italiano Silvio Berlusconi por el llamado caso Unipol, que juzga la publicación de escuchas telefónicas de procedencia ilícita en el diario «Il Giornale», propiedad de su hermano Paolo.
Según informan los medios de comunicación italianos, el fiscal encargado del caso, Maurizio Romanelli, que acusa al ex primer ministro de un delito de participación en la violación del secreto profesional, ha solicitado además tres años y tres meses de prisión para Paolo Berlusconi, quien está acusado también de receptación.
El caso Unipol trata de dirimir si Berlusconi participó en la revelación de secreto profesional por la difusión de una escucha de procedencia ilícita en el diario «Il Giornale» en 2005.
El periódico publicó una conversación entre el presidente de la aseguradora Unipol, Giovanni Consorte, y el entonces líder del partido Demócratas de Izquierda (DS), Piero Fassino, sobre el supuesto intento de ambos de hacerse con el control de Banca Nazionale del Lavoro (BNL), un caso por el que la Fiscalía de Roma pidió en abril de 2010 el enjuiciamiento del presidente de Unipol.
La conversación entre Fassino y Consorte todavía no había sido incluida en las actas de la Fiscalía cuando fue publicada, ya que estaba aún en manos de la Policía y de la empresa Research Control System (RSC), que se encargaba de realizar las escuchas.
El diario «Corriere della Sera» indicó entonces que en diciembre de 2005 el director de RSC, Roberto Raffaelli, y su amigo Fabrizio Favata mostraron la grabación a los hermanos Berlusconi en la residencia que tiene el ex primer ministro en la localidad norteña de Arcore, cerca de Milán.
En la requisitoria en la que solicita un año de prisión para Berlusconi, el fiscal Romanelli considera que la cinta que contenía la conversación telefónica fue un «regalo» para el ex primer ministro por parte de Raffaelli y que la publicación de su contenido «perjudicó» a Fassino.
La Fiscalía cree además que Silvio y Paolo Berlusconi habían «acordado» junto a los otros protagonistas del asunto escuchar la interceptación telefónica en la Navidad de 2005 y queda probado que ese audio «fue escuchado» por el ex primer ministro en su residencia.
El pasado 8 de noviembre, los abogados de Berlusconi solicitaron la recusación de una de los magistrados que le juzgan por este caso, la jueza María Teresa Guadagnini, pues en la sentencia del caso Mediaset contra el ex primer ministro había expresado «valoraciones sobre su personalidad».
En ese último caso, el ex primer ministro italiano fue condenado el pasado 26 de octubre en primera instancia a 4 años de cárcel (que con una ley de indultos se reducen a 1) y a entre 3 y 5 años de prohibición del desempeño de distintos cargos públicos y privados por un delito de fraude fiscal en la compraventa de derechos de películas.
Los abogados de Berlusconi creen que esta solicitud de cárcel para su defendido supone un intento de incidir en el proceso electoral general que Italia afrontará el año que viene, y en el que el ex primer ministro tiene pensado presentarse.
Además del proceso Unipol y del Mediaset (que pasará ahora a la apelación), Berlusconi, que hasta el momento no tiene ninguna condena en firme, tiene pendiente el juicio del llamado caso Ruby, en el que está acusado de un supuesto abuso de poder e incitación a la prostitución de menores.
