Presidente Otto Pérez Molina admite que la paz en Guatemala aún es incompleta

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"La paz será completa cuando la sienta cada guatemalteco en su corazón porque esta se inicia en cada uno de nosotros".
«La paz será completa cuando la sienta cada guatemalteco en su corazón porque esta se inicia en cada uno de nosotros».

GUATEMALA.-  El presidente Otto Pérez Molina admitió que la paz en Guatemala aún es incompleta porque, según dijo, se deben impulsar acciones para desvanecer algunos obstáculos como la discriminación y la corrupción.

«La paz será posible cuando logremos que no existan niños con hambre», afirmó el mandatario en su discurso durante un acto por los 16 años de la firma de los Acuerdos de Paz en este país centroamericano, lo cual puso fin a un conflicto armado de 1960 a 1996 con saldo de 250 mil muertos a manos de fuerzas de seguridad, acorde con estimados de grupos de Derechos Humanos.

Asimismo, el gobernante indicó que «la paz será completa cuando la sienta cada guatemalteco en su corazón porque esta se inicia en cada uno de nosotros».

«Como Presidente y signatario (del pacto), mi obligación es doble; debo honrar y crear las oportunidades y resultados para que la población construya la verdadera paz que se necesita», precisó.

Por su parte, Carlos Mejía, del partido Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG), lamentó que el gobierno no invitara formalmente a la agrupación signataria de los acuerdos.

«Cada uno de los Acuerdos de Paz siguen ahí dispuestos a responder a las necesidades del país, pero el gobierno de turno tal como los anteriores no ha puesto empeño para que las cosas puedan cambiar, y se debe en parte a las presiones de los sectores que han dirigido este país, ya que ven los Acuerdos de Paz como un peligro de perder sus privilegios», declaró el congresista, citado por el diario local La Hora en su edición digital.

De acuerdo con el analista del Instituto de Problemas Nacionales de la Universidad de San Carlos, Christians Castillo, el mayor desafío tras la rúbrica del documento histórico es no quedar en el olvido.

«El reto para el futuro es hacer el Estado multicultural que incorpore a todos los sectores sociales (…) El Estado sigue siendo débil y coartado por sectores corporativos, lo vimos este año con la ley de Desarrollo Rural», expresó Castillo al mencionado periódico.

De los 250 mil guatemaltecos muertos a manos de las fuerzas de seguridad de 1960 a 1996 durante el conflicto interno, 45 mil de ellos fueron víctimas de desapariciones forzadas.

Todavía las heridas del conflicto de más de tres décadas permanecen abiertas en la memoria del guatemalteco, acosado por la violencia cotidiana con un saldo promedio diario de 15 homicidios.

De enero a diciembre de 2012 el índice de asesinatos respecto al 2011, cuando se contabilizaron cinco mil 600, descendió apenas un dos por ciento, reveló el Grupo de Apoyo Mutuo, una fuente humanitaria.

Esa realidad contrasta con la promesa de Pérez Molina, con casi un año en la Presidencia, de disminuir las miles de muertes violentas del año pasado en al menos una quinta parte