Venezolanos en el límite imaginario entre viejo y nuevo año

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Llama la atención la cantidad y variedad de ropa interior de color amarillo que expenden comerciantes y buhoneros (vendedores informales), pues ésta es una prenda que cada venezolano debe llevar puesta en esta fecha para atraer la buena suerte.

CARACAS.- A pocas horas de cerrar el calendario 2012, los venezolanos se preparan para recibir un nuevo año y cumplir con tradiciones que van desde el consumo de hallacas y pan de jamón, hasta el uso de determinadas prendas de vestir.

En mercados, tiendas y ventas callejeras se aprecia gran afluencia de personas que van en busca de menesteres para confeccionar las tradicionales hallacas, tener a mano las 12 uvas que comerán a media noche y adquirir las ropas que, según las creencias, les traigan prosperidad y salud para el 2013.

Muchos se proveen de todo tipo de fuegos artificiales y otros artefactos pirotécnicos con los más disímiles nombres: payaso, volcán, trompo espacial, matraca, mariposa, matasuegra y platillito, que surcarán el cielo venezolano justo en el momento en que el reloj marque el inicio de un nuevo ciclo de 12 meses.

Como es costumbre, el 31 de diciembre, víspera de Año Nuevo, los venezolanos preparan una cena para compartir en familia, en la que no pueden faltar la hallaca (plato típico de la nación suramericana confeccionado a base de harina de maíz y carnes envuelto en hoja de plátano), el pan de jamón, el pernil de cerdo y la ensalada de gallina.

Llama la atención la cantidad y variedad de ropa interior de color amarillo que expenden comerciantes y buhoneros (vendedores informales), pues ésta es una prenda que cada venezolano debe llevar puesta en esta fecha para atraer la buena suerte.

En estas festividades es usual comer 12 uvas con cada campanazo del reloj, previo a marcar la medianoche, pidiendo un deseo en cada uno; comer 12 cucharadas de lentejas o simplemente portar un puñado de estos granos, y tener las maletas listas en la puerta para recorrer las calles con ellas, y de esa forma garantizar próximos viajes.

También es tradición romper copas para dejar el pasado atrás y abrir paso al futuro prometedor, a la par de tener dinero en el bolsillo para la prosperidad económica.

Para los solteros que buscan su media naranja, la medianoche que marca la línea imaginaria entre el viejo y el nuevo año, es momento propicio para subirse y bajarse 12 veces de una silla, a la vez de vestir alguna prenda roja para atraer el amor.

Por otra parte, es usual escribir los deseos en una carta que, al arribar enero, es quemada para asegurarse de que nadie más pueda leerla.

Estos rituales, costumbres o tradiciones, animan a los venezolanos en esta festividad y con el Año Nuevo llega el abrazo entre familiares y amigos, símbolo de hermandad y unión.

En los hogares de la nación suramericana estarán presentes, además, los buenos augurios y peticiones por la pronta recuperación de la salud del presidente Hugo Chávez.