Revolución Ciudadana sujeta de nuevo al voto popular en Ecuador

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El 17 de ese propio mes los ecuatorianos deberán definir frente a la urnas quién será el presidente y el vicepresidente, así como los 137 legisladores y cinco diputados al Parlamento Andino (Parlandino).

QUITO.-  Ocho binomios compiten por la presidencia de Ecuador en una contienda electoral donde el gubernamental Movimiento Alianza PAIS lleva ventaja en cuanto a respaldo a la gestión económica, avances sociales y popularidad del presidente Rafael Correa.

Con un 60,6 por ciento de apoyo a Correa y un 72 de aceptación a la gestión de su gobierno, Alianza PAIS no se confía y llama al pueblo en esta campaña a ratificar el apoyo con su voto para obtener mayoría en la Asamblea Nacional.

El 17 de ese propio mes los ecuatorianos deberán definir frente a la urnas quién será el presidente y el vicepresidente, así como los 137 legisladores y cinco diputados al Parlamento Andino (Parlandino).

PAIS busca lograr coherencia ideológica en el Parlamento, donde toca impulsar nuevas leyes que coadyuven el proceso de cambios, así como lograr adelantar otras cinco estancadas allí por la oposición, entre ellas el Código Penal, la de tierras, la de aguas y la de comunicación.

Actos públicos, recorridos en caravanas e intercambios con las comunidades son las principales actividades de campaña de los binomios contendientes, que se extenderán hasta el próximo 15 de febrero.

El 17 de ese propio mes los ecuatorianos deberán definir frente a la urnas quién será el presidente y el vicepresidente, así como los 137 legisladores y cinco diputados al Parlamento Andino (Parlandino).

Cada candidato ofrece su programa de gobierno; unos hablan de reducir el gasto público e impuestos a los ricos, otros hacen promesas sobre leyes y cambios, al tiempo que especialistas alertan sobre algunos de esos proyectos y variaciones constitucionales.

El historiador y catedrático ecuatoriano Juan Paz y Miño explicó

recientemente que al menos cuatro de los aspirantes opositores al gobierno plantean asuntos medulares que representan una ruptura de los postulados de la Carta Magna firmada hace cuatro años. «No cabe cuestionarla porque fue aprobada con el 82 por ciento del respaldo popular», sentenció Paz y Miño.

En su opinión, esos candidatos plantean un modelo económico de aliento a la empresa privada y apertura a mercados que choca con los principios constitucionales nacionales referidos a la redistribución de la riqueza, del servicio social y del financiamiento del Estado.

El intelectual ecuatoriano calificó de complicado el panorama, si persisten esas pretensiones y señaló que la Constitución habla de universalizar la seguridad social para todos los ecuatorianos desde que nacen, sin embargo eso no será posible cuando hablan de reducir el gasto público, por ejemplo.

A la liza comicial se presentan las candidaturas presidenciales aprobadas por el Consejo Nacional Electoral del binomio Rafael Correa-Jorge Glass por el gubernamental Movimiento Alianza PAÍS, y la opositora del Movimiento Creando Oportunidades (CREO), encabezadas por el exbanquero Guillermo Lasso y Juan Carlos Solines.

Entre las siete candidaturas opositoras están la del Partido Sociedad Patriótica (PSP), liderado por el expresidente Lucio Gutiérrez con Perla Boyes y la de Alberto Acosta-Marcia Caicedo, por la llamada Coordinadora Plurinacional de Izquierdas.

Por el Movimiento Ruptura fueron aprobados Norman Wray y Ángela Mendoza, y el empresario bananero Álvaro Novoa y su esposa Anabella Asín por el Partido Renovador Institucional (Prian), en tanto recibió el reconocimiento el binomio de Mauricio Rodas e Inés Manzano, por el movimiento Sociedad Unida Más Acción (Suma).

La propuesta inscrita por el Partido Roldosista Ecuatoriano (PRE) son el pastor evangélico Nelson Zavala y la exdiputada Denny Cevallos.

La Revolución Ciudadana, impulsada por Correa, ha permitido un cambio indudable en el mejoramiento de la calidad de vida e institucional de la nación y sus 35 propuestas para un nuevo período de mandato mantienen la línea de continuidad de ese proceso.

La reelección del actual mandatario es crucial, pues significa radicalizar y consolidar lo que se ha hecho en estos cinco años, lo cual impone un cambio en el modelo económico y en la matriz productiva de un país primario exportador hacia un país terciario con desarrollo de servicios asociados al conocimiento.