Anticipan fuerte lucha entre republicanos en EE.UU.

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Según el comentario que aparece en USA Today, si Christie consigue ganar la nominación del Partido Republicano, los demócratas tendrán que llevar a un hispano en su boleta como el alcalde de San Antonio Julián Castro o el alcalde de Los Angeles Antonio Villaraigosa, para evitar una fractura grave del sufragio latino y la pérdida de la presidencia.
Según el comentario que aparece en USA Today, si Christie consigue ganar la nominación del Partido Republicano, los demócratas tendrán que llevar a un hispano en su boleta como el alcalde de San Antonio Julián Castro o el alcalde de Los Angeles Antonio Villaraigosa, para evitar una fractura grave del sufragio latino y la pérdida de la presidencia.

WASHINGTON.- Christopher James Christie, gobernador de New Jersey, se perfila hoy como la mejor opción del Partido Republicano para ganar la Casa Blanca en los aún lejanos comicios presidenciales de 2016.

Medios políticos y de prensa estadounidenses estiman que el objetivo opositor se vincula más estrechamente a la fortuna política de Christie que a la proyección del senador por la Florida Marco Rubio, considerado el niño prodigio de los conservadores del Tea Party y aclamado por muchos como la esperanza hispana del partido rojo.

En su afán por acercarse a los hispanos, cuyo voto fue mayoritariamente a manos demócratas en los comicios últimos (71 por ciento), Rubio fue designado este año por la oposición para responder el discurso del presidente Barack Obama sobre el Estado de la Unión.

Sobre el político floridano pudiera pesar su biografía adornada con mentiras sobre la llegada aquí de sus padres tras el triunfo de la Revolución en Cuba en 1959, pues se comprobó que su madre y su padre huyeron de la isla caribeña años antes cuando aún estaba en el poder Fulgencio Batista.

Un comentario que publica el diario USA Today reitera que los padres de Rubio llegaron aquí dos años y medio antes de que la tiranía de Batista fuera derrocada, de acuerdo con los registros de los documentos del gobierno.

Al igual que Rubio, Christie es considerado candidato a la nominación presidencial del Partido Republicano en 2016, pero con la salvedad de que no es un fanático derechista.

El edil del llamado Estado Jardín tiene algunos atributos como haber logrado trabajar en un ambiente de bipartidismo que le ha ganado la más alta calificación de aprobación de cualquier gobernador en el país.

Ahora cuenta con el apoyo de casi la mitad de los demócratas en Nueva Jersey, un estado cuyos votantes respaldaron al candidato demócrata en cada una de las últimas seis elecciones presidenciales, señala USA Today.

Por otra parte, a su posible contrincante se le considera como la gran esperanza hispana del Partido Republicano, el hombre que puede revertir el débil apoyo de los republicanos entre el grupo minoritario más grande del país.

Sin embargo, Christie ha demostrado ser capaz de unificar tendencias en extinción en su partido y construir una coalición multirracial y multiétnica que sería un serio reto para la aspiración demócrata de hacer historia y conservar la Casa Blanca durante tres periodos consecutivos.

A favor de Christie destaca su fuerte liderazgo en un estado donde las dos cámaras son dominadas por los demócratas y el logró encontrar un terreno común pese a sus posiciones conservadoras.

Lejos de esto, Rubio se perfila como un protegido de la derecha más rabiosa y sus posiciones se alejan de la idea de lograr que funcione el bipartidismo en Washington, estiman expertos, aunque esto es del agrado de un sector de los republicanos, los más conservadores.

Algunos medios consideran que Christie es una amenaza mayor que Rubio para socavar la coalición que dos veces llevó a Obama a la Casa Blanca y sería un retador de cuidado si se cumplen predicciones que colocan a Hillary Clinton como la abanderada de los demócratas para 2016.

Según el comentario que aparece en USA Today, si Christie consigue ganar la nominación del Partido Republicano, los demócratas tendrán que llevar a un hispano en su boleta como el alcalde de San Antonio Julián Castro o el alcalde de Los Angeles Antonio Villaraigosa, para evitar una fractura grave del sufragio latino y la pérdida de la presidencia.