Periodismo y Diplomacia

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Yo con el tiempo sacrifiqué mi carrera periodística profesional en la prensa escrita porque me consagré a trabajar junto al Profesor Juan Bosch en el Partido de la Liberación Dominicana.
Yo con el tiempo sacrifiqué mi carrera periodística profesional en la prensa escrita porque me consagré a trabajar junto al Profesor Juan Bosch en el Partido de la Liberación Dominicana.

POR VICTOR MANUEL GRIMALDI CESPEDES

1. A LOS 17 AÑOS DE EDAD EMPECÉ A ESCRIBIR: Comencé mi carrera periodística publicando unos reportajes que redactaba para el Suplemento Sabatino del Listin Diario, en 1967. Tenía entonces 17 años de edad y yo residía relativamente cerca de la calle19 de marzo, en el centro histórico de Santo Domingo, donde estaba entonces la Editora Listin Diario. Conocía al director, Don Rafael Herrera, quien me llevaba muchos años de edad y podía ser mi abuelo. Lo había conocido durante unas charlas que dió en un curso para promotores sociales al que yo había asistido. Herrera acogió mis escritos juveniles. Eran colaboraciones voluntarias semanales que trataban sobre proyectos de desarrollo educativo y social en los barrios populares de Santo Domingo: Cristo Rey, La Zurza, La Ciénaga, Las Cañitas, Guachupita, Los Minas. Dos años después, en 1969, cuando estudiaba en el Instituto Dominicano de Periodismo, donde entonces Don Rafael fue uno de mis maestros y profesor, Radhamés Gómez Pepín me ofreció trabajar como redactor en El Nacional. El vespertino de la avenida San Martín había sido fundado en 1966. En este diario yo cubría las fuentes educativas, diplomáticas y religiosas en principio. Fui enviado al curso de CIESPAL en Ecuador y a un recorrido por los Estados Unidos invitado por el Gobierno Norteamericano. Además, me tocó asistir en Washington a asambleas de cancilleres de la OEA y a dos seminarios organizados por la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos. Hasta el 1973 trabajé en El Nacional. Radhamés Gómez Pepín, mi maestro del periodismo, había salido del periódico en diciembre de 1971, y retornó más de diez años después cuando Don José Luis (Pepín) Corripio compró la mayoría de las acciones que eran propiedad del doctor Rafael Molina Morillo.

2.»PERIODISTA», LA MEJOR FUNCIÓN: Mis funciones siempre fueron las de Periodista, y nunca ocupé puestos directivos en medios impresos, salvo un puesto de »director» en un diario que se llamó »El Nacional en Lucha», que se publicó durante tres semanas entre enero y febrero de 1973, cuando un numeroso contingente de periodistas, empleados y trabajadores de Publicaciones Ahora salimos de esa empresa y fundamos posteriormente La Noticia con financiamiento del Banco Popular Dominicano,que recibimos los periodistas para invertirlo en acciones, y con aportes de capitales propios que hicieron inversionistas nacionales como Pepín Corripio, José Antonio Brea Peña y Gianni Vicini, entre otros. Debo decir que esta fue la primera inversión que hizo Pepín en un medio de comunicación en la República Dominicana. En 1976 empecé mi incursión en los medios electrónicos con mi programa de televisión Economía Al Día. Pero como redactor o »periodista» de prensa escrita sólo trabajé hasta el 1980. Luego me dediqué a escribir artículos de opinión y algunos reportajes en distintos medios, como Hoy y Listín Diario.

3.UNA PROFESIÓN QUE REQUIERE VOCACIÓN: Esta profesión de Periodista, que ahora le llaman »comunicador social», para ejercerse necesita que la persona que la asuma tenga una vocación definida hacia ella. Requiere esfuerzos, estudios y sacrificios. Parece ser que en estos tiempos está surgiendo una nueva generación de periodistas dominicanos entre los que hay muchos y muchas con deseos de ejercer dignamente este oficio o profesión. En mi época surgió una camada de periodistas con vocación que se ha extinguido con el tiempo. Ojalá que los jóvenes se motiven a ejercer dignamente su trabajo.



4. SACRIFIQUÉ MI CARRERA EN LOS MEDIOS DE PRENSA ESCRITA: Yo con el tiempo sacrifiqué mi carrera periodística profesional en la prensa escrita porque me consagré a trabajar junto al Profesor Juan Bosch en el Partido de la Liberación Dominicana. Treinta años atrás era un pecado ser boschista o peledeísta. Nos decían locos. Nos cuestionaban algunos colegas sobre nuestra presencia en el PLD, y vaticinaban que el PLD nunca llegaría al Poder. Teníamos entonces el camino cerrado para »ascender» a puestos directivos en los medios. Pero más que un mal, fue un bien lo que nos hicieron quienes pretendían ridiculizarnos ya que tuvimos el privilegio de haber estado al lado de Juan Bosch, un maestro de la vida, un humanista y un político con sentido de servicio al Pueblo Dominicano. Aprendí con Él a estudiar las sociedades humanas. Me desarrollé como investigador de la historia a su lado. Aprendí a escribí mejor. Mi visión de la vida y de la cultura se ensanchó al lado de Juan Bosch. Me inspiró para escribir muchos de mis libros. Por eso decidí estudiar Ingeniería de Sistemas, en el Instituto Tecnológico de Santo Domingo, justamente porque quería aplicar esta formación académica en el Partido y en el futuro desarrollo político y social de mi país.



5. POR QUÉ SOY DIPLOMÁTICO: Hoy soy Embajador, diplomático dominicano, porque fue una idea que se le ocurrió a Juan Bosch: en 1990 Bosch sostenía que yo debía ser Embajador en Washington. Seis años después el Presidente Leonel Fernández me designó Embajador ante la Organización de Estados Americanos, puesto que decliné en aquella ocasión. Soy Embajador de la República Dominicana ante la Santa Sede, y al mismo tiempo concurrente ante el Gobierno de la República Helénica de Grecia.



6. IMPORTANCIA DE LAS RELACIONES DIPLOMÁTICOS PARA NUESTRO PAÍS: La diplomacia es un instrumento fundamental para la buena convivencia entre todas las naciones. Para la República Dominicana, un país pequeño, es esencial mantener relaciones diplomáticas con el mayor número de Estados del mundo. Estos vínculos internacionales permiten que nuestro país y sus ciudadanos y ciudadanas sean reconocidos y respetados en todo el mundo. Las relaciones diplomáticas con otros Estados ayudan a que la sociedad dominicana siga desarrollando su economía y sus intercambios socio-económicos, socio-culturales y políticos con todas las sociedades de la tierra.



7. IMPORTANCIA DE LAS RELACIONES DIPLOMÁTICAS CON LA SANTA SEDE: Desde el año 1881, hace ya 132 años, la República Dominicana y la Santa Sede mantienen relaciones diplomáticas. Desde entonces, todos los gobiernos dominicanos le han dado importancia a estas relaciones. La Iglesia Católica es una institución que tiene 2,000 años de existencia. En Roma, ante la Santa Sede, en Ciudad del Vaticano, hay 180 embajadores acreditados, incluyendo los de los Estados Unidos de América, México, Brasil, Rusia, Inglaterra, Turquía y República Dominicana, naturalmente, entre otros. Para nuestro pueblo, para el Estado Dominicano, las relaciones diplomáticas con la Santa Sede han sido y serán siempre muy importantes, como lo son para todos los demás países del mundo.

8. FUTURO PROMISORIO PARA EL PAÍS: Nuestra amada República Dominicana, como le llamamos a nuestro Estado e identificamos al Pueblo Dominicano, tiene un futuro promisorio. Dificultades y crisis periódicas siempre las hemos tenido. Ahora bien, hay que hacer un gran esfuerzo por construir un futuro mejor que va a requerir, como ha sido el caso de todos los pueblos que deseen progresar, mucho trabajo y sacrificio. Sólo el trabajo lo consigue todo. Naturalmente, con estudios e inteligencia. Así saldrán los recursos productivos para garantizar salud, alimentación y educación para las mayorías nacionales. Hoy más que nunca el Pueblo Dominicano está consciente de esto, y sobre todo sus líderes, de todos los partidos políticos. Es necesario que todos aunen esfuerzos en la misma dirección: hacia el progreso.