Exministra de Educación
SANTO DOMINGO DE GUZMAN, RD.- Ningun tipo de sorpresa generó la cancelación de la ministra de educación, Josefina Pimentel, en las primeras horas de la noche del viernes.
La decisión del ejecutivo de la nación se esperaba en vista de los tantos desaciertos que la referida funcionaria había protagonizado en aparente contraposición con la línea de mando y expectativas que ha mostrado el licenciado Danilo Medina Sánchez en la conducción de Estado dominicano.
La situación conocida con las cubicaciones de la construcción de los nuevos planteles y aulas esperadas para el inicio del nuevo año escolar lucen ser una de las tantas razones para la sustitución de la licenciada Pimentel.
Gran parte de la población dominicana ha reconocido como un gesto noble y justiciero de parte del presidente Medina el tomar tan rápida y efectiva determinación, lo que sin duda alguna también se reconoce como una decisión ejemplarizante para los demás funcionarios que podrían no ponerse en sintonía con los compromisos asumidos por el actual gobernante.
Existen quienes no entienden cómo, mientras el presidente Medina se esfuerza y demuestra una gran humildad en el cumplimiento de sus promesas electorales, algunos ministros y funcionarios de otra categoría, se las pasan en figureo y desapercibidos, ante las necesidades fundamentales de la población dominicana.
«Eso era un secreto a voces. Josefina Pimentel, demasiado duró en ese cargo. Danilo fue muy noble y hasta permisivo dejándola por tanto tiempo en cargo donde, aparentemente, hizo demasiado diabluras», oímos comentar a un ciudadano en una esquina cualquiera de la ciudad de Santo Domingo.
