El PLD y la Dialéctica

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Durante la fundación y edificación del PLD, Juan Bosch adaptó estos dos conceptos importantes del razonamiento: la inducción y la deducción en la actividad práctica política diaria del PLD, y les llamo: de la particular a lo general; y de la general a lo particular, algo que todo miembro del PLD debe manejar.
Durante la fundación y edificación del PLD, Juan Bosch adaptó estos dos conceptos importantes del razonamiento: la inducción y la deducción en la actividad práctica política diaria del PLD, y les llamo: de la particular a lo general; y de la general a lo particular, algo que todo miembro del PLD debe manejar.

Por Emiliano Pérez Espinosa

Nueva York.- Razonar es el acto de buscar y encontrar la respuesta, y explicación científicamente correcta a una pregunta planteada de un fenómeno natural. El razonamiento está compuesto por tres elementos básicos: la deducción, la inducción y la dialéctica.

El razonamiento lógico nace como respuesta al método sofista de la demostración de la verdad, usando cualquier elemento al alcance, incluyendo las emociones para lograr objetivos retóricos. El razonamiento, por el contrario, se basa en evidencias.

La humanidad se ha beneficiado enormemente con el descubrimiento y el uso del razonamiento debido a que todos los inventos, incluyendo los tecnológicos del mundo de hoy, se basan en el razonamiento.

Razonar es un acto científico que no utiliza las emociones, por lo tanto a la hora de tomarse una decisión política, ésta debe tomarse sin tomar en consideración las emociones, culturales o personales. El razonamiento no contiene creencias de tipo religioso, ni cultural, ya que estos no son científicos.

El razonamiento nos puede ayudar en la vida diaria y practica a dividir con claridad los actos morales o no de dos o más culturas. El termino razonamiento emocional no existe debido a que el razonamiento es incompatible con las emociones.

Es importante distinguir entre el objeto y el sujeto de la investigación, y toma de desiciones. Es claro pues que el razonamiento y la emoción no tienen nada que ver entre sí.

El ser humano más popular en el tema del razonamiento es Aristóteles debido a que él, discípulo de Platón, escribió varios libros sobre el tema, a tal punto que por varios siglos la humanidad vivió bajo el razonamiento Aristotélico. Más tarde, Descartes escribió El discurso del método; luego Emanuel Kant la Categoría imperativa; y por esa vía tenemos toda la base científica occidental y del mundo de hoy, que es aplicada a toda la actividad humana.

En la actividad política existen varios pensadores que han contribuido grandemente al razonamiento de la actividad política desde el punto de vista científico o del razonamiento para tomar decisiones de estado: Aristóteles, Maquiavelo, Thomas Hobbes, John Locke, Carlos Marx, Lenin, y William James.

El principal promotor del razonamiento en el PLD fue el profesor Juan Bosch, cuando fundó una institución en donde la base teórica de sus métodos de trabajo fueron: la inducción, y la deducción.

Durante la fundación y edificación del PLD, Juan Bosch adaptó estos dos conceptos importantes del razonamiento: la inducción y la deducción en la actividad práctica política diaria del PLD, y les llamo: de la particular a lo general; y de la general a lo particular, algo que todo miembro del PLD debe manejar.

Desafortunadamente, el tercer elemento del razonamiento (el método socrático dialéctico) no es muy bienvenido en el PLD, debido a que la estructura partidaria se formó con influencia de la doctrina Stalinista; y en muchos casos, el hecho de no estar de acuerdo con una posición política de un compañero determinado, puede tener consecuencias políticas serias.

Creo que el PLD debe promover el método socrático o dialéctico como método de razonar y tomar decisiones políticas entre sus miembros, de manera que cualquier compañero pueda expresar sus opiniones, sin el peligro de ser descalificado cuando no coincide con las aspiraciones y/o posiciones de otro compañero, no importa su nivel administrativo-jerárquico en el PLD.

En conclusión, se debe seguir afianzando los tres elementos del razonamiento lógico como únicas vías de tomar decisiones políticas correctas.