Por Nélsido Herame
No hay medicamento que calme el dolor que Miguel Vargas le ha causado a la membrecía de su organización.
Es de todo conocido que este empresario, desde la dirección del Partido Revolucionario Dominicano y como su candidato presidencial, está evidenciado y comprobado, que hizo negocios a espaldas de sus organismos.
Recordemos el encuentro del año 2007, conocido como el de las “Corbatas Azules”, del cual hubo acuerdos rubricados entre Leonel Fernández, del Partido de la Liberación Dominicana y Miguel Vargas, el cual este ultimo cumple hoy al pie de la letra.
Yo sólo recuerdo de aquel momento, en el cual Leonel había escogido a Miguel como su contendor político y este, sin consultar a los suyos, se echó sobre los brazos de ese león, para que se lo comiera con yuca.
Leonel, como dueño de la vellonera, puso los discos que gustaban a Miguel y este como buen bailarín, con excelentes movimientos y pasos, se puso la mano en el pecho y lo bailó solito.
De ahí hacia delante ningún perredeista recuerda una sola palabra de Miguel en contra de los gobiernos del PLD.
Todo, en cambio ha sido piropos y besuqueos, al extremo que cuando el PRD enfrentó al gobierno por el caso de los 132 millones de dólares que se llevó la Sun Land, Miguel, incómodo frunció el seño, porque sintió en ese momento que se lastimaba el “Acuerdo de las Corbatas”.
Miguel, como candidato presidencial en el 2008, se apartó de la línea general de su organización, echó a un lado los símbolos partidarios, en especial su jacho y en su lugar colocó un círculo con tres letras que rezaba; “MVP”, estrategia que al no dársele, esgrimió la postura de que su candidatura había sido estropeada desde dentro.
Como candidato del PRD Miguel se aventuró a tomarle dinero al capo Boricua Figueroa Agosto, consistente en 300 mil dólares, en partidas separadas, revelación hecha en una declaración por la mujer que se acostaba con el capo.
Ahora la tapa se le puso al pomo, porque quién dijo que no era barrendero y no se montaba en la patana de su partido, terminó haciendo chivo en el tren del gobierno, al salir la información que el empresario político, en diciembre del año 2011 tomo “prestados” 15 millones de dólares, equivalente a 585 millones de pesos, al Banco de Reserva, sin tener negocios con esa entidad bancaria del estado, dirigido por su colega Leonel Fernández.