«Raúl Castro recibía droga de Escobar y Fidel estaba al tanto», afirma un exsicario

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John Jairo Velásquez Vásquez, alias "Popeye"
John Jairo Velásquez Vásquez, alias «Popeye»

BUENOS AIRES.- El exsicario del narcotraficante colombiano Pablo Escobar John Jairo Velásquez Vásquez, alias «Popeye», dio detalles sobre una presunta trama con los hermanos Castro y afirmó que entregó un mensaje a Gabriel García Márquez para que lo llevara a Cuba, según un avance de una entrevista televisiva.

«Raúl Castro recibía la cocaína de parte de Pablo Escobar y Fidel estaba al tanto», afirma «Popeye» en uno de los fragmentos ya difundidos de la entrevista que el canal argentino Todo Noticias transmitirá el próximo domingo.

El exsicario, según su relato, tuvo que entregar una carta al Premio Nobel de Literatura colombiano Gabriel García Márquez para que el escritor se la hiciera llegar a los hermanos Castro.

En ese mensaje, «Pablo Escobar le estaba pidiendo a Fidel un submarino ruso para llevar la droga desde México a La Habana, y con ese submarino, a Miami (EE.UU.)», precisó el sicario.

Velásquez, exmiembro del cartel de Medellín, da detalles ante las cámaras sobre cómo secuestró y mató funcionarios colombianos e hizo su víctima a toda aquella persona que Escobar, líder de la organización criminal, le ordenara.

«Cuando uno mata se cree Dios, porque se toma la decisión de que una persona viva o muera», dijo Velásquez al programa Telenoche, antes de añadir: «Un buen sicario mata de dos tiros, arriba de las cejas».

«No somos ningún ejemplo, nosotros somos asesinos, terroristas, narcotraficantes, somos personas malas», agregó en la entrevista, realizada en la ciudad colombiana de Medellín.

«Popeye» lideró en los años 80 y 90 una lista de sicarios que cumplían órdenes de Pablo Escobar y de la que formaban parte peligrosos pistoleros como John Jairo Arias, alias «Pinina», muerto en 1990, y Mario Castaño, alias «El Chopo», muerto en una operación policial en 1993.

«Popeye» estuvo en prisión durante 23 años, penado con cargos de terrorismo y narcotráfico, entre otros, y salió en libertad condicional en 2014, tras haber cumplido tres quintas partes de su condena y haber negociado con las autoridades a cambio de información.

El exsicario ha reconocido que asesinó directamente a por lo menos 300 personas y que como jefe de los matones de Escobar coordinó alrededor de 3.000 homicidios más en los años 80 y 90, como parte de la guerra del cartel de Medellín contra el Estado colombiano y contra mafias rivales.