Ventajas y Desventajas de ser Amable

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POR RAQUEL DEMORIZI

Este tipo de persona es alguien que en sus actos se muestra cortés, afable, agradable, y complaciente. Ser amable es una cualidad a través de la cual eres afectuoso con los demás. Es uno de los rasgos que conforman la personalidad.

Una ventaja de ser amable es que en el desempeño de su profesión, oficio o cualquier actividad que realice será apreciado por los que soliciten sus servicios. De igual forma alguien amable siempre hace con agrado todo lo que le corresponde hacer, tanto dentro de su hogar como en el ambiente laboral o de amigos.

Es un individuo que además posee espíritu conciliador, no le agrada los conflictos por lo que le veremos practicar el perdón, unión y armonía.

Valora desde el nacimiento hasta la muerte al ser humano sin que le importe la raza, credo, ni estatus económico. De igual forma valora las plantas, animales, todo lo que tiene vida. Ser amable le coloca en buen lugar ante los demás.

A pesar de contar con las ventajas señaladas anteriormente y múltiples ventajas más, también la amabilidad posee desventajas, pues como todo en la vida debe tener un punto medio por lo que es obligatorio destacar que en muchos lugares donde deba ser fuerte para hacer cumplir ciertas normas y leyes, ser amable no da buenos resultados.

Tampoco ser amable es favorable delante de las personas agresivas y violentas.

Hay otras situaciones en las cuales la amabilidad se torna dañina, y esto sucede cuando te colocas por debajo de los demás, cuando te olvidas de ti mismo para satisfacer a otros, lo cual es una de las desventajas.

AUTORA:  Lic. Raquel Demorizi – Psicóloga

También es desventaja cuando por ejercer la amabilidad te adelantas sin esperar a que soliciten tu ayuda, en ocasiones con ello solo logramos que nos consideren empalagoso e inoportuno.

Hay que aprender a decir no, ya que cuando somos muy afables nos usan sin valorarnos, por lo cual podemos sentirnos defraudados hasta frustrados, aunque la amabilidad no se da con la idea de recibir recompensa pero al menos se espera gratitud.

No siempre tu ánimo está en disposición de servir y en ese caso quien te usa se disgusta contigo si le das como respuesta un no puedo, muchos no son como los ves, solo son aprovechados ya que abusan de tu espíritu complaciente.

No lo permitas más. Si no puedes, simplemente di NO, no te sacrifiques por agradar a otros. No coloques tu necesidad por debajo de la de los demás.

Tú eres el primero. No estás obligado a nada, y si se enojan que eso no te lastime porque ante todo tienes que ser amable contigo mismo. Si no cumples con tus prioridades nadie las hará por ti. Ser amable no quiere decir ser tonto, ni estúpido, ni que te dejes pisotear ni manipular.

Hay quienes son reincidentes y todos los días necesitan tu mano pero si los necesitas a ellos ten presente que no dudan en decir no.

Di no si tienes algo que hacer, di no si estarás ocupado, di no si estas cansado y hasta di no si no tienes ganas de hacer nada. Observa que al final son los mismos que buscan tus favores y cortesía y son esos mismos que cuando digas no, hablaran mal de ti.

Por otra parte no veo razón de que las personas a causa de sus problemas o prisa tiren al piso las virtudes que pueden marcar la diferencia. Hay personas agrias, con rostro duro, que parece andan vengándose de las situaciones negativas que les suceden.

A nadie debe pesarle entregar un gesto de nobleza. Los buenos modales hacen nuestro convivir grato, tales como “gracias”, “ceder el paso”, “ceder el asiento”, “buenos días”, “hasta mañana”, “Dios te bendiga”, “por favor”, “perdón” “disculpe”, “con permiso”, “con mucho gusto”, etcétera.

En ocasiones saludamos con un “buenas tardes’ y nadie responde, originando que cometamos el error de decidir callar convirtiéndonos en sus iguales. Eso no es correcto, los buenos modales no pasan de moda, la cortesía no requiere haber asistido a la mejor escuela, inicia en el hogar. Es un código de buena costumbre y valores.

¿Por qué ese rostro odioso? La vida entera es para tratarnos bien. Ser amable nos hace ser aceptados en la sociedad por la delicada forma con que nos relacionamos sin anteponer nuestros intereses.

Mañana diga “buenos días” a sus padres, pareja, vecino, transeúnte, vendedor ambulante, recogedor de basura, chófer de carro público, policía, a su hijo, a los compañeros de labor. Ceda el asiento en el bus a quien esté con paquetes o rostro cansado, sea hombre, mujer o niño y ese alguien le enviará bendiciones y acaso ¿quieres un pago mejor?

No es difícil decir gracias a quien te sirve el café, al que te bota la basura, basta con proponérselo.

Ser amable genera bienestar físico y psicológico y te convierte en una persona elegante, honorable y distinguida.

Es oportuno saber que desde 1997 el 13 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Amabilidad. Aprovechemos ese día para poner esto en práctica.

Una frase de Arthur Schopenhauer dice. La amabilidad es como una almohadilla, que aunque no tenga nada por dentro, por lo menos amortigua los embates de la vida.

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