Por Roberto Veras
En medio de la ferviente competencia por la presidencia municipal en Santo Domingo Este, es imperativo reflexionar sobre el uso de los discursos por parte de los candidatos. En una democracia vibrante, cada aspirante tiene el derecho inherente de articular su visión y propuestas en pos de convencer a los votantes. Sin embargo, la clave radica en discernir entre el legítimo ejercicio de ese derecho y su manipulación con fines ajenos.
Es comprensible que los candidatos busquen resaltar sus logros, presentar sus planes y contrastarlos con los de sus oponentes. Este proceso es esencial para la toma de decisiones informada por parte de los ciudadanos. No obstante, es preocupante cuando este derecho se convierte en una herramienta para la conveniencia personal, más que para el bienestar de la comunidad.
Los discursos políticos deben ser un canal transparente que ilumine a la sociedad sobre las intenciones y capacidades de quienes buscan dirigir el municipio. En este sentido, es imperativo que los candidatos se abstengan de distorsionar la realidad y de utilizar sus palabras como meros instrumentos de manipulación. La confianza ciudadana se construye sobre la base de la transparencia y la honestidad.
Los medios de comunicación local, por otro lado, desempeñan un papel crucial en este proceso democrático. Su función principal es la de informar de manera imparcial y objetiva, proporcionando a la ciudadanía una visión clara de las propuestas y acciones de los candidatos. Sin embargo, en la vorágine de la competencia electoral, es esencial que los medios se mantengan fieles a su deber de informar, en lugar de actuar como jueces y jurados.
La línea entre la cobertura informativa y el juicio de valor es delgada, pero es indispensable que los medios eviten cruzarla. La sociedad merece recibir información veraz y contextualizada, no juicios preconcebidos que puedan influir en la percepción de los candidatos. Es responsabilidad de los medios facilitar un espacio donde la diversidad de ideas y propuestas coexista, permitiendo a los ciudadanos tomar decisiones informadas.
En resumen, en el proceso electoral de Santo Domingo Este, es fundamental que los candidatos utilicen sus discursos de manera ética y transparente, priorizando el bienestar de la comunidad sobre intereses personales. Del mismo modo, los medios de comunicación deben adherirse rigurosamente a su deber de informar, sin dejar que la subjetividad influya en su labor. Solo así se construirá una sociedad democrática basada en la verdad y la participación ciudadana consciente.
