Ruido es cuanto el oído percibe como desagradable, molestoso e irritante.
Desde aproximadamente 20 años el último miércoles del mes de abril, se celebra el Dia Internacional de Concienciación sobre el Ruido cuya fecha este año del 2021 corresponde al 28 de abril.
Hay quejas suficientes sobre lo mucho que el ruido afecta a todos, no obstante, sigue perjudicándonos sin que aparentemente el organismo anti ruido logre su cometido.
Cuán irritante es ser despertado por una guagua anunciadora vociferando “vendo víveres, compro baterías, todo lo viejo lo compro” y ¿qué decir de las bocinas de los distribuidores de agua?
El ruido está por doquier. Se manifiesta desde un martilleo, personas hablando en voz alta por celular o teléfono creyendo que porque están distantes no los oyen, el televisor encendido como si fueran dueños de la vecindad, el vecino que escucha música alta y además vociferando la canción, carros públicos y privados convertidos en discoteca ambulante.
Independiente de las instituciones encargadas para protegernos todos debemos crear conciencia sobre sus efectos dañinos.
El ruido constante causa sordera, taquicardia, falta de concentración, dolor de cabeza, tensión, problemas de comunicación, sensación de molestia, irritabilidad, ansiedad, estrés. Afecta el sueño hasta causar fatiga, cambios de carácter, insomnio y despertares.
Un artículo publicado en el Listín Diario el 16 de enero 2020 el otorrinolaringólogo Freddy Ferreras, señala que este tipo de traumas empieza a presentarse a largo plazo. El trauma acústico por ruido consiste, explica el especialista, en ir perdiendo poco a poco la audición de forma tan ligera que las personas no se dan cuenta y por lo tanto no buscan ayuda, hasta que va avanzando a la sordera, la cual es irreversible cuando es ocasionada por ruidos.
De igual modo en otro artículo similar reporta el doctor Gabriel Molina Mañé que la exposición constante a ruidos con cierta intensidad puede provocar deterioro auditivo, trauma acústico y pérdida de la audición, reiterando que son irreversibles.
Tengo entendido existe la Ley No, 287-04 desde hace décadas sobre prevención suspensión y limitación de ruidos nocivos y molestos que producen contaminación sonora, lo cual parece no está siendo ejecutada por los departamentos correspondientes ya que cada día hay más altoparlantes y amplificadores por doquier, interrumpiendo nuestra paz.
Iglesia, bares, colmadones, todos, tenemos una cuota de responsabilidad que debemos aportar para nuestro bienestar en este sentido.
Podemos detectar si el ruido está afectando nuestra audición cuando nos origina dolor de cabeza o fruncimos el ceño en señal de molestia o si quien está a nuestro lado escucha bien lo que dice la radio o la televisión, pero en cambio usted requiere de más volumen para ello. O se da el caso que en una conversación hay que repetirle lo que se habla porque no oye o responde algo distinto al tema, eso indica que debe acudir en busca de alternativa antes de quedar totalmente sordo.
El médico especialista al que debe acudir para tratar la sordera u otros problemas del oído es el Otorrino.
Dice Baltasar Gracián No hay peor sordo que el que no puede oír; pero hay otro peor, aquél que por una oreja le entra y por otra se le va. Así que ahora elija usted escucha hoy o queda sordo para siempre.