Virgilio Trujillo y el general Pascasio Toribio

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POR JUAN CRUZ TRIFFOLIO
 
De Virgilio Trujillo, hermano del dictador Rafael Leónidas Trujilllo Molina, cuentan que, además de ser un apasionado del gallerismo, era tramposo, arrogante y cabaretero, caracterizado también por su proclividad a cometer todo tipo de fechorías.
 

En 1932 Virgilio Trujillo Molina fue designado Secretario de Interior, Policía, Guerra y Marina y tiempo más tarde fue nombrado Ministro en París y Londres.

En 1938 participó como delegado dominicano en la Conferencia de Evian, sobre los refugiados judíos, donde República Dominicana fue el único país de América Latina que se mostró dispuesto a aceptar judíos en su territorio después del cónclave.

Destacan algunos estudiosos de nuestra historia contemporánea que mientras Trujillo se desempeñaba como comandante de la dotación militar de San Francisco de Macorís, en el nordeste de la República, Virgilio, quien había alcanzado, según se dice, el más avanzado grado escolar de la familia, pasó a residir en una comunidad rural de Salcedo, en donde logró establecer armoniosas relaciones con figuras de gran renombre y connotación socioeconómica y política.

Sobre la presencia y vivencias de tan funesto y grosero personaje, el acucioso abogado Antonio Guzmán, en su interesante obra Memorias de un Abogado de Pueblo (Editora Cocolo, 2007), narra una curiosa y pormenorizada anécdota que, por su valor histórico, nos permitimos reproducir a continuación.

“Personalmente, conocí a Virgilio muy bien porque antes de su hermano subir al poder, durante los años 20, vivió en La Ceiba, próximo a Salcedo”, destaca el referido jurista.

Más adelante, puntualiza el doctor Guzmán que el mayor de los hermanos de Trujillo Molina, “Irónicamente, fue seguidor de Horacio Vásquez y secretario del general Pascasio Toribio, líder del horacismo tanto en el Salcedo como en San Francisco de Macorís”.

Recuerda, además, el autor de referencia que, en Salcedo, Virgilio Trujillo “..casó con una pariente del general Toribio”, lo que en cierto modo explica las estrechas relaciones que guardaba con el entonces cacique militar salcedense, hermano del connotado y aguerrido general Zenón Toribio.

Siguiendo con su atractiva narración, en torno a la frecuente presencia de Virgilio Trujillo en el seno de su hogar paterno, el abogado Antonio Guzmán refiere que como su padre era entonces horacista y síndico de Salcedo, el hermano de Trujillo “..visitaba con frecuencia las tertulias de mi casa donde jugaba dominó y bebía café”.

Y a manera de sentencia, para que se registre para siempre “la mañosería” del hermano de Trujillo, al momento de la competencia o el entretenimiento, el doctor Antonio Guzmán, al término de su exposición destaca: “Hacia trampas en el juego, y un día papá lo pescó con la prueba del fraude en la mano, diciéndole con una sonrisa irónica: “Tú debes descender de una familia de ladrones’.

Como el nivel de amistad y confianza entre el padre del abogado Guzmán y Virgilio era bastante íntimo, es posible entender, el por qué aquel encuentro concluyó de manera armoniosa, al extremo de que el señalado jurista salcedense recuerda que “Virgilio río y siguió jugando”.

Vaya suerte la que tuvo ese contrincante..!!