PUERTO PRÍNCIPE.- Pandillas armadas atacaron este martes la academia de policía en la capital haitiana, Puerto Príncipe, en medio de una ola de violencia que se desató el fin de semana y que incluyó un asalto al aeropuerto y la huida de miles de presos de dos cárceles.
El ataque a la academia de policía, donde se entrenan más de 800 cadetes, fue repelido luego de la llegada de refuerzos, dijo el dirigente del sindicato de esa fuerza Lionel Lazarre.
Este último episodio de violencia ocurre luego de la evacuación de miles de residentes de la capital mientras Washington y Naciones Unidas han reiterado sus preocupaciones por la crisis en el pequeño país insular, el más pobre del Caribe.
Puerto Príncipe había retomado este martes algunas actividades cotidianas como transportes y comercios luego de que el lunes las pandillas que liberaron a miles de presos de dos cárceles -con saldo de una docena de muertos- trataran de tomarse el aeropuerto.
La policía y el ejército rechazaron el ataque contra la terminal aérea internacional Toussaint Louverture por parte de las bandas armadas que controlan zonas enteras de Haití.
Los disturbios en torno a las instalaciones llevaron a las aerolíneas internacionales a anular todos sus vuelos hacia la capital.
Las autoridades de la vecina República Dominicana cerraron el martes el espacio aéreo con Haití. Ambos países comparten la isla La Española.
En medio de las medidas de cierre del espacio aéreo y la declaratoria de estado de emergencia cerca de 250 cubanos que viajaron a Haití para hacer compras se encuentran varados en Puerto Príncipe.
“Cubanos hay alrededor de 250” varados en Puerto Príncipe, dijo a la AFP la compañía aérea Sunrise Airways, que informó que “no se sabe cuándo se reanudarán los vuelos”.
«DERROCAR AL PRIMER MINISTRO»
Desde el jueves, varias pandillas han llevado a cabo ataques coordinados contra lugares estratégicos. El objetivo, según ellas, es “derrocar” al controvertido primer ministro Ariel Henry.
El político, en el poder desde el asesinato del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021, debería haber dejado el cargo a principios de febrero, pero se resiste a convocar elecciones.
Este martes, Henry continuaba en paradero desconocido. Cuando surgió el estallido se encontraba en Kenia, donde firmó un acuerdo para el envío de policías a Haití, en una misión internacional apoyada por Washington y la ONU.
El Departamento de Estado estadounidense indicó el lunes que Henry estaba regresando a Haití. Pero, según el medio local Radio Télé Métronome, el primer ministro no pudo volver a su país por la falta de seguridad alrededor del aeropuerto.
15.000 DESPLAZADOS
La nueva escalada de violencia forzó el desplazamiento de unas 15.000 personas en Puerto Príncipe, declaró el martes en Nueva York el portavoz de Naciones Unidas Stéphane Dujarric.
Los trabajadores humanitarios comenzaron a repartir alimentos y otros productos de primera necesidad en tres nuevos centros para refugiados, señaló el funcionario.
El gobierno haitiano decretó el domingo un estado de emergencia en la región de Puerto Príncipe “por un periodo renovable de 72 horas”, así como un toque de queda entre las 18H00 y las 5H00 locales el lunes, martes y miércoles.
Haití, considerado el país más pobre de América, afronta una grave crisis política, humanitaria y de seguridad desde el asesinato de Moïse.
Según la ONU, más de 8.400 personas fueron víctimas de la violencia de las pandillas el año pasado, incluidos muertos, heridos y secuestrados, “un aumento del 122% respecto a 2022”.