Por Roberto Veras
SANTO DOMINGO ESTE, RD.- La pasada contienda electoral municipal ha sido mucho más que una simple elección local; ha sido un termómetro político, una suerte de preámbulo para lo que se avecina en las elecciones presidenciales y congresuales. En este sentido, resulta innegable la importancia de analizar detenidamente los resultados municipales, ya que estos pueden arrojar luces sobre las tendencias y preferencias políticas del electorado dominicano.
La baja participación en las elecciones municipales ciertamente ha sido un tema preocupante y revelador. Sin embargo, es importante recordar que la dinámica política dominicana tiende a ser altamente presidencialista. Esto significa que, históricamente, las elecciones presidenciales suelen atraer una mayor atención y participación por parte del electorado.
Es probable que la ciudadanía, consciente del peso que tienen las elecciones presidenciales en el rumbo del país, se movilice en mayor medida hacia las urnas en esa instancia. La figura del presidente y el impacto directo que su gestión tiene en la vida cotidiana de los ciudadanos suele ser un factor determinante en este sentido.
Por lo tanto, es plausible esperar que el nivel de participación en las elecciones presidenciales supere notablemente el registrado en las municipales. Esta mayor afluencia de votantes podría influir significativamente en los resultados y en la configuración del escenario político nacional.
Una de las figuras centrales en este escenario es el presidente Abinader, cuya valoración en la preferencia electoral ha sido objeto de escrutinio en cada rincón del país. Todas las encuestas realizadas hasta la fecha parecen coincidir en un punto crucial: a tan solo 8 días de las elecciones, la preferencia por Abinader apenas ha experimentado variaciones significativas. Este hecho cobra especial relevancia si consideramos el contexto de polarización política que ha caracterizado al país en los últimos tiempos.
El próximo 19 de mayo se revelarán los resultados finales de estas elecciones presidenciales y congresuales, y será entonces cuando podamos evaluar con mayor precisión el impacto que estos tendrán en el panorama político nacional. ¿Se mantendrá la tendencia hacia el presidente Abinader, o surgirán sorpresas de última hora que cambiarán el curso de la contienda? Solo el tiempo lo dirá.
Sin embargo, es importante que esta participación se base en una verdadera comprensión de las propuestas y plataformas de los diferentes candidatos, así como en un compromiso con los valores democráticos y el bienestar colectivo. Solo así podremos asegurar que las elecciones reflejen verdaderamente la voluntad popular y contribuyan al fortalecimiento de nuestra democracia.
Lo que sí parece claro es que estas elecciones presidenciales han servido para poner de manifiesto la importancia de cada voto y la necesidad de una participación activa por parte de la ciudadanía. En un momento en el que la democracia dominicana se encuentra en una encrucijada, es fundamental que todos los ciudadanos ejerzan su derecho al voto de manera informada y consciente, contribuyendo así a la construcción de un país más justo y próspero para todos.