SANTO DOMINGO, RD.– Vendedores informales mantienen arrabalizado y crean un cuello de botella en el entorno de la estación Florinda Soriano (Mamá Tingo) de la línea I del Metro de Santo Domingo, en la urbanización, pese a que la situación ha sido denunciada en múltiples ocasiones.
Atraídos por los miles de pasajeros que abordan el sistema de trenes diariamente, los venduteros aprovechan la intersección para ofertar todo tipo de viandas, vegetales, plásticos, forros de teléfonos y otros tipos de misceláneas, al igual que los motores que se acercan y han establecido allí paradas para transportar a los pasajeros a sus destinos definitivos.
“Esto es un desorden, no dejan espacio para que la gente camine, como también los vehículos que traen plátanos y frutas se parquean en medio de la calle y no vale que los agentes del tránsito estén presentes”, comentó Remigio Valentín, un conductor que se dirigía a Punta de Villa Mella.
A parte del caos vial y la ocupación de las aceras, especialmente en el extremo derecho en dirección sur norte, el lugar toma una connotación de mercado, ante la indiferencia de las autoridades municipales, a pesar de que el trayecto de la avenida Hermanas Mirabal luce un poco despejada.
La situación entorpece especialmente la intersección de la Charles de Gaulle, así como el área e isleta central que da al parque Jesús Galíndez.
Una gran parte de los vendedores son nacionales haitianos, que por la falta de educación dejan residuos que generan y tiran sin control.
Plataneras
Otra modalidad de las ventas informales son las denominadas plataneras, que se apuestan en la vía, reduciendo a un carril de la avenida y generando taponamientos.
El desorden ha sido enfrentado por la pasada alcaldía, sin que los operativos e intervenciones surten un efecto duradero. Algunos usuarios del Metro se quejan.
Sin embargo, optan por comprar productos en la zona, por la facilidad, convirtiéndose en cómplices del desorden.
Expansión Metro
Al malestar de los vendedores se suma la ampliación de la nueva línea que irá de la urbanización Marañón a Punta, que exhibe unos 6 pilotes hincados. Por esta razón la vía se estrecha y vuelve más caótico el lugar; la gente valora ese proyecto.